jueves, 19 de marzo de 2015

Avda. Paz 37(Sexta Parte)

  • España en el punto de mira de Europa por las falsas denuncias de malos tratos
  • Denuncias Falsas por Malos Tratos - Falsa Violencia de Género
  • Las denuncias falsas ante la Policía se disparan
Las falsas denuncias no han dejado de crecer en los últimos meses. Este delito puede suponer una pena de entre seis meses y un año de cárcel, lo que para una persona sin antecedentes no conlleva el ingreso en prisión. En lo que va de año, la Policía Nacional detuvo por este motivo a una veintena de personas frente a las doce registradas durante todo 2012, cifras que sitúan a Vigo a la cabeza de toda Galicia en este tipo de infracciones. En fase de investigación existen en estos momentos en la Comisaría de Vigo cerca de otra veintena de casos.
La Policía detuvo en menos de un mes a seis personas por delitos falsos.
La Policía Nacional detectó este mes un aumento muy significativo de las denuncias falsas, con un total de seis en menos de treinta días. Un aumento exponencial en el que los móviles de última generación y las tablees ocupan los primeros puestos de los objetos que supuestamente fueron robados con violencia a sus propietarios.

La realidad es que el aparato se perdió o simplemente está estropeado y la avería no la cubre la garantía. Las situaciones que se han encontrado los agentes han sido de lo más curiosas, ya que en algunos casos el denunciante continuaba utilizando el aparato que supuestamente le habían robado.

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Otro de los delitos que desde la Comisaría de Vigo han detectado que se cometen es aceptar otro aparato en sustitución del denunciado, lo que según fuentes policiales supone un segundo delito, que es el de estafa, que sumado al de falsa denuncia puede llevar al infractor a tener que cumplir hasta dos años de condena. Esto puede suponer en algunos casos el ingreso en prisión si se cuenta con antecedentes, que pueden estar originados por un delito contra la seguridad vial.

Las excusas que dan las supuestas víctimas son siempre muy parecidas. Todos han sido objeto de un asalto por un desconocido. Esta situación, que está considerado como un delito grave, pone en marcha la investigación que siempre termina descubriendo que la historia está llena de lagunas y contradicciones. El perfil del denunciante es de lo más heterogéneo. Desde jóvenes, empresarios, hombres que superaban los cincuenta, una mujer que pasaba los setenta y hasta un abogado que había perdido su móvil y pretendía conseguir otro sin tener que hacer el necesario desembolso.

La Policía Nacional recuerda que este tipo de hechos no sólo es un delito recogido en el Código Penal, sino que este género de denuncias causan un 'grave perjuicio a la labor policial, ya que se destinan medios humanos y materiales a investigar unos hechos que nunca existieron. Son actitudes que causan un perjuicio a toda la sociedad'.

Desde el año 2010  en la rioja un grupo de 30Unidad 30SAF‏ 30(Servicio de Atención a las Familias) y magistradas/o 108Fuerzas 108y 108Cuerpos 108de Seguridad   y mientras gente sufriendo
Un vídeo emitido por una productora danesa, del que se ha «colgado» un resumen en internet, ha levantado de nuevo la polémica sobre las  denuncias falsas por violencia de género. Bajo el título «Acusaciones falsas en España», el documental alerta del doble filo de una ley que podría haber hecho un mal cálculo a la hora de querer equilibrar la balanza. Si algo se puede decir de dicha producción audiovisual es, al menos, que es escandalosa y, por añadidura, que choca frontalmente con los datos oficiales.
31 de agosto de 2010. 00:05h Ángeles Blanco.  Madrid.
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Las cifras son totalmente contradictorias y se alejan mucho unas de otras, las oficiales de las que proporcionan las asociaciones y el polémico vídeo.

 El Ministerio de Igualdad, al que este periódico se dirigió con motivo de la redacción de este artículo, no quiso hacer declaraciones al respecto. Su único argumento fue la directa remisión a los datos vertidos por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Sin embargo, fuentes de este órgano de gobierno con las que también habló LA RAZÓN admitieron que «esta estadística no estaba tipificada». «Existen datos de las denuncias realizadas, de las que han sido condenatorias y de las que han sido absolutorias, pero no hay una cifra concreta sobre denuncias falsas».

A pesar de esa «ausencia» de estadísticas, el CGPJ sí cuenta con datos que permiten hacerse una idea sobre la exageración de la mencionada producción audiovisual. En el primer trimestre de este año, se produjeron 32.452 denuncias por violencia de género, lo cual proporcionaría una media de 361 denuncias diarias. Es evidente, aunque sólo sea por la más simple lógica, que no pueden ser falsas 350 de ellas.

No obstante, la ley dejó servida la polémica y se ha venido repitiendo desde hace ya algunos años. Diferentes magistrados como Francisco Serrano, presidente y juez titular del Juzgado de Familia nº7 de Sevilla y pionero en esta acusación social, han denunciado, en multitud de ocasiones, esta discriminación positiva.

Para Domingo González Alonso, portavoz de la Asociación Ambos, organización que trabaja por la igualdad de género, la realidad es cristalina. Según los datos de su último estudio, «cerca de un 80 por ciento de las denuncias por violencia de género son falsas». Sin embargo, un informe emitido por el CGPJ en noviembre de 2009 aseguraba que las denuncias falsas ocupaban un pequeño porcentaje del total de las acusaciones por violencia doméstica. En concreto, el citado estudio del CGPJ afirmaba que «sólo una de cada 530 resoluciones judiciales analizadas podía considerarse como tal y que un 84,1 por ciento de las sentencias son condenatorias».
En opinión de González, «esta ley es inconstitucional porque rompe el principio de igualdad y deja de lado la presunción de inocencia».«Es una herramienta enorme en manos de la mujer que está promocionando la desigualdad».
Por su parte, Jaime Tapia, magistrado de la Audiencia Provincial de Vitoria, considera que el problema no está en la ley. «La solución no está en volver al sistema anterior, sino en dotar a los órganos de más medios que permitan analizar cada caso con más cautela. Se necesita el apoyo de expertos del ámbito social y psicológico». «A veces,  las decisiones se toman con cierta premura. Se oye a uno y a otro y no se contrasta con otros expertos. Es aquí cuando se puede poner en peligro la presunción de inocencia que, por otro lado, es perfectamente compatible con las medidas cautelares», advierte Tapia.
Cásate con un español
González insiste en que muchas mujeres se aprovechan de esta ventaja legislativa. «Hay foros en internet en los que las mujeres dan consejos para hacer negocio con esta ley. Textos como "cásate con un español, que te dan una casa y te quedas con todo" están a la orden del día en la red», relata el portavoz de Ambos.
«Las asociaciones magnifican mucho los datos. Las denuncias falsas desgraciadamente existen y es bueno que los afectados lo digan, pero el número de casos no es muy elevado», afirma Tapia. «Además –prosigue el experto– de las denuncias no condenatorias, muchos casos se producen porque ellas se retractan debido al síndrome de la mujer maltratada, la dependencia emocional o económica, o motivadas por otras razones como los hijos, la familia, etc».
Sea cual sea el número de afectados, la realidad incuestionable es que hay hombres que sufren a consecuencia de esta ley que, como admite el magistrado de Vitoria «puede, por haber intentado equilibrar la situación, haber ido demasiado lejos legislativamente».
Difícil de demostrar
Otra de las preocupaciones de los afectados es que, según González, «las mujeres que mienten no son castigadas, o tienen que pagar una cantidad mínima», circunstancia que Tapia desmiente alegando, en primer lugar, que «ya se están produciendo casos de mujeres condenadas» y, en segunda lugar, que «la denuncia falsa es un delito muy difícil de demostrar».

No sólo la Asociación Ambos reclama la igualdad ante la ley. También otras organizaciones como la Asociación Nacional de Afectados del Síndrome de Alineación Parental (Anasap) llaman la atención sobre la necesidad de que la custodia sea compartida. «Una de las formas de boicot es que uno de los padres ponga en contra del otro al niño y le eduque en el odio hacia el otro progenitor», indica Francisco Fernández, portavoz de Anasap.

En España, el porcentaje de custodia paterna es muy pequeño (en torno al 4 por ciento) y la custodia compartida sólo se aplica en las comunidades autónomas de Aragón y Cataluña. «Pese a que la Constitución establece el principio de igualdad ante la ley, cuando se producen los divorcios este principio se rompe», reclama Fernández. «La custodia compartida es la fórmula más justa para padres y niños y evita el síndrome de alineación parental», concluye el portavoz de Anasap.
El CGPJ sólo detecta tres denuncias falsas por malos tratos en 2010
·  Aumenta en un 46% la cifra que mujeres que renuncia a seguir con el caso
·  El 13% que denuncia agresiones tiene también un proceso de separación
·  En cinco años se han registrado más de 470.000 denuncias por maltrato
Olga R. Sanmartín | Madrid
Actualizado miércoles 24/11/2010 19:08 horas
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El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sólo ha encontrado tres sentencias relativas a denuncias falsas por malos tratos en el primer semestre de 2010, de un total de 23.762 fallos dictados en audiencias provinciales, juzgados de lo penal y juzgados sobre la violencia de la mujer.
En vísperas del 25-N, Día Internacional contra la Violencia de Género, y cuando se cumplen cinco años de funcionamiento de los órganos jurisdiccionales especializados en esta materia, el órgano de gobierno de los jueces ha hecho balance de la forma en que, desde los tribunales, se está dando respuesta a esta lacra social.
Hasta la fecha, el CGPJ desgranaba estos datos de forma trimestral. Es la primera vez que realiza un estudio tan amplio, que analiza la cuestión desde los comienzos de la Ley Integral contra la Violencia de Género, de finales de 2004.
Inmaculada Montalbán, presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género (que depende del CGPJ), ha desmontado algunos de los tópicos que giran en torno a los malos tratos. Por ejemplo, el de las denuncias falsas.
Hace más o menos un año, el CGPJ aseguró que sólo en una sentencia de entre 530 de audiencias provinciales de toda España se apreciaron indicios para iniciar una investigación por denuncia falsa.
El juez sevillano Francisco Serrano contradijo estos datos, y sostuvo que el 6,22% de las condenas obedece a un auténtico maltrato frente al 93,78% de las condenas restantes, en las que se "estigmatiza al hombre por el hecho de serlo".
Montalbán ha dicho hoy que las denuncias falsas son "mínimas" y que, cuando se detecta alguna, se procede de la forma correspondiente. "El sistema está actuando con normalidad", ha manifestado.

Divorcios

Otro de los mitos sobre los malos tratos es que las mujeres denuncian en falso para conseguir beneficios en los procesos de separación o divorcio. "No es verdad que se use la denuncia para obtener ventajas en el proceso civil", ha asegurado la vocal del CGPJ.
Según el estudio, no llega al 13% el número de mujeres que ha presentado una denuncia por malos tratos y "se ha decidido por un proceso de separación o divorcio".
 Cada vez más denuncias
El informe revela también que, entre el 29 de julio de 2005 y el 30 de julio de 2010, las mujeres han perdido un poco el miedo a acudir al juzgado y ha aumentado el número de denuncias que se registran (en un 17%). A lo largo de estos cinco años, se han registrado 470.706 denuncias por malos tratos.
Sin embargo, "hay una bolsa oculta de violencia de género", ha manifestado Montalbán, ya que aproximadamente ocho de cada 10 víctimas se resiste a acudir al juez.
Por otro lado, las que finalmente dan el paso y luego se arrepienten. Un 12% de las mujeres retira la denuncia después de haberla presentado.
Desde el primer trimestre de 2007, cuando aparece por primera vez este dato en los boletines estadísticos judiciales, ha aumentado en un 46,7% el número de las mujeres que renunció a continuar con el proceso por malos tratos.
Esto se ha debido, según Montalbán, a que las mujeres se acogen a su derecho a no declarar en contra del agresor; a que "en determinados casos no se ha conseguido la prueba de cargo suficiente", y a que "a veces las mujeres ven que no se cumplen sus expectativas". Como "tienen que denunciar varias veces o recurrir a varios recursos asistenciales", acaban desistiendo.
Todo esto se traduce en que se ha duplicado el número de casos archivados. Ha aumentado en un 137% y ha pasado de ser de 10.033 en el segundo semestre de 2005 a 23.772 en el primer semestre de 2010.
El informe también señala que los jueces han ordenado suspender la custodia de los hijos en 11.052 casos de violencia de género.
Desde el año 2010  en la rioja un grupo de 30Unidad 30SAF‏ 30(Servicio de Atención a las Familias) y magistradas/o 108Fuerzas 108y 108Cuerpos 108de Seguridad   y mientras gente sufriendo Segú los datos que han presentado pero cuales los que ante los ministerios y los que dan las ordenes o para que no les bajen los sueldos yo desde esta dirección  les invito a denunciar más casos porque en Logroño  la rioja el año 2010 pero solo están diciendo lo que ellos solo quieren decir y les interesa porque es más bonito que decir solo cogemos denuncias  y en c/avda. de la paz nº 37 piso 5 puerta d les estamos tapando y haciendo  bonito hacer lesiones y depresiones y que están robando y haciendo delitos por eso invito a que visiten y comente esta y los que son la victima pasándolo mal sufriendo como le están robando y donándolo la mas mayor cobrando 2 pensiones ilegales y la hija haciendo delitos y son todos estos QUEADOD UNA DEPRESION 
 
  • DELITO CONTRA LA SALUD  DE UN MINUSVALIDO 
  • DELITOS DE ACUSACIONES COSAS QUE NO HAN ESISTIDO  ESO DELITOS 
  • PAGO DEL ALQUILER DE TODO LO QUE HAN ROBADO  Y ESTAN USANDO HASTA QUE SE AREGLE TODO ESTA HISTORIA
  • ALZAMIENTO DE BIENES
  • DELITO DE ROBO
  • Delto de defraudación fiscal
  • Delito de fraude contra la Seguridad Social
  • CAPÍTULO I.   efeDE LOS HURTOS. (Arts. 234 al 236)
    CAPÍTULO II. efeDE LOS ROBOS. (Arts. 237 al 242)
    CAPÍTULOIII. efeDELA EXTORSIÓN. (Art. 243)
    CAPÍTULO V. DE LA USURPACIÓN. (Arts. 245 al 247)ACUSACIÓN Y DENUNCIA FALSA VIOLENCIA  DE GÉNERO.LESIONES/MALTRATO FAMILIAR  SIMULACIÓN DELITO ART 456
     
  • SUPUESTACION DE PERSONALIDAD Y HACER CONYTRATOS A NOMBRE DE OTRAS PERSONAS
  •  SUPLANTACIÓN DE PERSONALIDAD
     
  • PRUEVAS  FIRCUNTANCIALES
     
  • LESIONES   UN MINUSVALIDO
     
  • PRUEVAS  FALSAS  DEESNUNCIAS  Y CALUMNIAS
     
  • DELITO DE  ROBO
     
  • DELTO DE HURTO
     
  • LEY  ORGÁNICA{10/1995}DE 23 DE NOVIEMBRE  DEL CODIGO PENAL

  • ACUSACION FALSA  DE MALOS TRATOS
     
  • VIOLENCIA  DE GÉNERO.LESIONES/MALTRATO FAMILIAR
     
  • DAÑOS PSICOLOGICOS Y PSQUIATRICOS A UN MINUSVALIDI 36% 
  • DELITOS DE HURTO CALUMNIAS FRAUDE CONTRA LOS TRABAJADORES  
  • COHECHO
  • PERJURIO
  • ROBO Y  VENTA DE OBJETOS
  • DELITOS CONTRA LOS TRABAJADORES
  • DELITOS  HURTO Y  CONTRA LA PROPIEDAD  Y ROBO  CON COMPLICES
  • INJURIAS  DAÑOS PSICOLOGICOS Y PSQUIATRICOS A UN MINUSVALIDI 45%  MORAÑES
  • PERJUDICIALES  ECONÓMICOS
  • DELITO SIN VAER  DEMOSTRADO MORATOLES Y  MARCAS
  • QUERELLAS  POR FALSAS  ACUSACIONES Y DESNUNCIAS FALSAS 
  • DESNUNCIAS FALSAS  EL CODIGO PENAL 457 
  • ACUSACIONES  Y DESNUNCIAS  FALSAS  ROBO CALUMNIAS  FALSAS LESIONES Y TESTIMONIOS
  • APROPIACIÓN  INDEVIDA DE  DENIERO DE LOS HIJOS Y DEL EXMARIDO 
  • DELITOS  CONTRA LOS TRABAJADORES 
  • DELITOS  CONTRA  HACIENDA  PÚBLICA  Y LA SEGUIDAD  SOCIAL 
  • DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN  PÚBLICA 
  • DELITOS   DE FALSAS ACUSACIONES  DE QUEBRANTAMIENTO  DE ORDEN DE ALEJAMIENTO 
  • DELITO  DE  FALTAS  CONTRA  LAS PERSONA MINISVALIDA 
  • FALSIFICACIÓN   DE DOCUMENTO PÚBLICO OFICIALES
  • DELITOS DE  ESTAFA
  • EVASIÓN  DE CAPITALES 
por eso miran si los ciudadanos/as   estamos  en la rioja con todo el dinero que destina para los policías nacionales y los juzgados nuevos si merece la pena con todo el paro que hay  policías y magistrados/a  que están perjudicando y mirando para el otro lado  en especial: Desde el año 2010  en la rioja un grupo de 30Unidad 30SAF‏ 30(Servicio de Atención a las Familias) y magistradas/o 108Fuerzas 108y 108Cuerpos 108de 108Seguridad   y mientras gente sufriendo Segú los datos que han presentado pero cuales los que ante los ministerios y los que dan las ordenes o para que no les bajen los sueldos yo desde esta dirección  les invito a denunciar más casos porque en Logroño  la rioja el año 2010 pero solo están diciendo lo que ellos solo quieren decir y les interesa porque es más bonito que decir solo cogemos denuncias  y en c/avda. de la paz nº 37 piso 5 puerta d les estamos tapando y haciendo  bonito hacer lesiones y depresiones y que están robando y haciendo delitos por eso invito a que visiten y comente esta y los que son la victima pasándolo mal sufriendo como le están robando y donándolo la mas mayor cobrando 2 pensiones ilegales y la hija haciendo delitos y son todos estos.
Artículo 259 omisión de denunciar:

El delito de comisiónvulnera ley prohibitiva. El delito de comisión es el hacer lo que la ley prohibe.
Por ejemplo: El robo, calumnia, aborto (CP, 331, 285, 263).
Delitos de simple omisión
Delitos de simple omisión. Es el no hacer lo que la ley manda. Vulnera la norma imperativa. Por ejemplo:
“ Articulo 171.- (ENCUBRIMIENTO).- El que después de haberse cometido un delito, sin promesa anterior, ayudare a alguien a eludir la acción de la justicia u omitiere denunciar el hecho estando obligado a hacerlo, incurrirá en reclusión de seis meses a dos años.” (Código Penal. Ley 1768 10 marzo 1997).
“ Artículo 178.- (OMISIÓN DE DENUNCIA).- El juez o funcionario público que estando por razón de su cargo, obligado a promover la denuncia o persecución de delitos y delincuentes, dejare de hacerlo, será sancionado con reclusión de tres meses a un año o multa de sesenta a doscientos cuarenta días, a menos que pruebe que su omisión provino de un motivo insuperable.” (Código Penal. Ley 1768 10 marzo 1997).
Delitos de Comisión Por Omisión
Delitos de Comisión Por Omisión. Hacer lo que no se debe, dejando hacer lo que se debe. El delito de comisión por omisión alcanza el resultado mediante una abstención Por ejemplo dejar de amamantar, enfermera que deja de alimentar al paciente para que muera, abandono de hijos menores.
Ejemplos tenemos en el Código Penal, Ley 1768 10 marzo 1997:
“ Articulo 262.- (OMISIÓN DE SOCORRO).- Si en el caso del artículo anterior (Homicidio Y Lesiones Graves Y Gravísimas En Accidentes De Transito) el autor fugare del lugar del hecho u omitiere detenerse para prestar socorro o asistencia a las víctimas será sancionado con privación de libertad de uno a cuatro años.
La pena será de privación de libertad de seis meses a dos años, cuando el conductor de otro vehículo no se detuviere a prestar socorro o ayuda al conductor u ocupantes del vehículo accidentado, agravándose la pena en una mitad, sí el accidente y la omisión de asistencia se produjeren en lugar deshabitado.”
“ Articulo 248.- (ABANDONO DE FAMILIA).- El que sin justa causa no cumpliere las obligaciones de sustento, habitación, vestido, educación y asistencia inherente a la autoridad de los padres, tutela o condición de cónyuge o conviviente, o abandonare el domicilio familiar o se substrajere al cumplimiento de las indicadas obligaciones, será sancionado con reclusión de seis meses a dos años o multa de cien a cuatrocientos días.
En la misma pena incurrirá el que no prestare asistencia o no subviniere a las necesidades esenciales de sus ascendientes o descendientes mayores incapacitados, o dejare de cumplir, teniendo medios económicos, una prestación alimentaria legalmente impuesta.”
“ Artículo 13 bis. - (COMISIÓN POR OMISIÓN).- Los delitos que consistan en la producción de un resultado solo se entenderán cometidos por omisión cuando el no haberlos evitado, por la infracción de un especial deber jurídico del autor que lo coloca en posición de garante, equivalga, según el sentido de la ley, a su causación.” .
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Esto  lo que hiz un comisario de la policía judicial muchas hizo este delito  le decía al que esta de guardia no cojas esta desnuncia
En el primer trimestre de este año, se produjeron 32.452 denuncias por violencia de género, lo cual proporcionaría una media de 361 denuncias diarias. Es evidente, aunque sólo sea por la más simple lógica, que no pueden ser falsas 350 de ellas

Sin embargo, un informe emitido por el CGPJ en noviembre de 2009 aseguraba que las denuncias falsas ocupaban un pequeño porcentaje del total de las acusaciones por violencia doméstica. En concreto, el citado estudio del CGPJ afirmaba que «sólo una de cada 530 resoluciones judiciales analizadas podía considerarse como tal y que un 84,1 por ciento de las sentencias son condenatorias».
Estos  son datos según los argumentos de quien en la rioja desde el año  2010 hay denuncias falsas y desuncías  entre ellas verdaderas en hacienda, inspección de trabajo, el gobierno de la rioja { 220Pensiones no contributivas} por presentar DNI caducado teniendo hasta el año 2010 tenia actividad laboral y sin tener contratos economía  sumergida y sin decolarlo en las instituciones pertinentes y pidiendo alimentos a organizaciones  como que no tenia ingresos y sacando con datos falsos esto es lo que hay en la rioja desde el año 2010 y las grupo de 30Unidad 30SAF‏ 30(Servicio de 30Atención a las Familias) y magistradas/o 108Fuerzas 108y 108Cuerpos 108de Seguridad están permitiendo y tapándoles  y gente sufriendo esos ataques según el código penal ¿si equivoca y funcionario y hay gente que sufre daños causando depresión  como se llama actual código penal? Estoy es lo que hay en Logroño la rioja y cadadia están destinado mas denero y mas edificios para ver mas 11corrupción
España en el punto de mira de Europa por las falsas denuncias de malos tratos
La respuesta es que hay mucha 11corrupción miran para el otro lado
 Tribunales

Piden 6 años a dos mujeres por denuncia falsa de violación
Las dos acusadas mantuvieron en las dependencias policiales y en sede judicial la versión de la violación, e incluso entregaron ropa interior manchada con esperma, que resultó ser de otro hombre.
El fiscal pide una pena de seis años y dos meses a dos mujeres como presuntas autoras de los delitos de denuncia falsa y detención ilegal, por acusar de violación a un hombre, quien estuvo retenido dos días en la comisaría.
La Audiencia Provincial de Logroño celebrará el próximo lunes, 30 de mayo, la vista oral contra C.Z. y H.F., ambas extranjeras, por unos hechos ocurridos en octubre de 2004.
Según sostiene el fiscal en su escrito de acusación, C.Z. vivía en una habitación alquilada a un matrimonio en la calle Pino y Amorena de Logroño.
Tras una disputa doméstica con la esposa, ideó junto a H.F. un plan para perjudicarle y llamó a la Policía Nacional para denunciar que en ese domicilio no había ni agua caliente ni las precisas comodidades.
Como la Policía no hizo caso a H.F., ésta volvió a llamar y comunicó que la inquilina había sido violada por el dueño del piso en el que vivía.

Entonces, los agentes llegaron al domicilio y detuvieron al hombre, quien permaneció retenido casi dos días en la comisaría.
Las dos acusadas mantuvieron en las dependencias policiales y en sede judicial la versión de la
violación, e incluso entregaron ropa interior manchada con esperma, que resultó ser de otro hombre.

Las partes alcanzaron un acuerdo tras reconocer las Las dos acusadas reconocieron los hechos que se les imputaban y aceptaron las penas de dos meses, para cada una, de prisión y tres meses de multa por un delito de denuncia falsa, y de dieciocho meses de prisión más accesorias y costas por otro delito de detención ilegal. No hubo vista porque las partes llegaron a un acuerdo antes de la misma y, una vez en la sala de la Audiencia, entendieron que no era preciso el juicio.
Cuando se redacte la sentencia, se resolverá también si se concede o no la suspensión de la condena, explicó el magistrado Alfonso Santisteban a las acusadas. En el caso de que así fuera, no deberían ir a prisión y, en un tiempo, se consideraría extinguida la pena, reseñó.
Los hechos por los que la Audiencia juzgaba ayer a C.Z. y H.F. se remontan a octubre del 2004, cuando C.Z. vivía en un piso de la calle Pino y Amorena de la capital con una pareja y su hijo. El 31 de octubre, según indica el escrito de acusación del fiscal, C.Z. mantuvo una discusión con la esposa de él y, con ayuda de H.F. «urdió un plan para perjudicar» al hombre, de modo que ese mismo día, a las 19.45 horas, H.F. llamó a la Policía Nacional para exponer que su amiga no tenía agua caliente y otras comodidades.
«Como la Policía no iba a intervenir, volvió a llamar manifestando que su amiga había sido violada», refiere el fiscal, en un relato de hechos que las acusadas han admitido. La Policía acudió, detuvo al dueño de la vivienda y, en sus declaraciones, «ambas mantuvieron la agresión sexual» e incluso entregaron ropa interior manchada con esperma que resultó no ser de la persona a la que acusaban. El fiscal añade que, además, esa persona «se encontraba fuera de su domicilio con su esposa».
Las diligencias se iniciaron en el Juzgado de Instrucción nº 2, pero quedaron sobreseídas al «ser descubierta la inexactitud de la denuncia». En cualquier caso, el hombre denunciado por ellas permaneció detenido desde las 20.40 horas del día 31 de octubre hasta mediodía del 2 de noviembre. La petición de pena inicial era de más de seis años de prisión.
dos mujeres todos los hechos que se les imputaban

EN RESUMEN

Conformidad. El caso se ha resuelto con la conformidad de las partes. Las acusadas han aceptado los hechos y unas penas de dos meses por el delito de denuncia falta y dieciocho por el de detención ilegal.
Petición inicial. El fiscal pedía inicialmente catorce meses de prisión por la denuncia falsa y cinco años por la detención ilegal.
Los hechos. Una de las acusadas vivía con una pareja y su hijo y, tras discutir con la esposa, urdió con la otra acusada un plan para perjudicar al dueño de la casa. La segunda mujer llamó primero a la Policía para denunciar que su amiga vivía sin agua caliente ni otras comodidades básicas y, al entender que no iba a servir, volvió a llamar para denunciar una violación.
Detenido. El hombre estuvo detenido casi dos días.

El juez de Familia del Juzgado número 7 de Sevilla, Francisco Serrano, advirtió ayer de que las denuncias falsas por maltrato hacia la mujer están provocando «un genocidio» entre los hombres, ya que las consecuencias de esas querellas, como la retirada de la custodia de los hijos, están llevando «al suicidio» a «muchos» varones.
Este magistrado se ha caracterizado por sus críticas a la Ley contra la Violencia de Género y ha realizado en diversas ocasiones declaraciones polémicas. Ayer mismo, lamentó que se estén produciendo «ataques viscerales a los hombres por el hecho de ser hombres» e instó a investigar «cuántos varones que han sido denunciados por sus parejas y que fueron detenidos se han suicidado, o lo han intentado, siendo luego archivadas o sobreseídas esas causas». Según su argumentación, en Sevilla «se han producido al menos tres casos de los que yo me he enterado», por lo que zanjó que «si trasladamos esto a nivel nacional sería un escándalo, los suicidios ascenderían a más de 600».
Serrano continuó que las denuncias falsas «existen porque hay interés en ello», ya que «los recursos asistenciales para la defensa del maltrato se financian a través del número de denuncias». El juez criticó que, desde el feminismo «radical», se dice que el hombre y la mujer «no son iguales» en el seno de una relación de pareja, lo que constituye a su juicio «una filosofía auténticamente falsa». En esta línea, recordó que se han hecho en los últimos tres años 230 estudios a nivel internacional que demuestran que «la violencia en el ámbito de la pareja es bidireccional, y en todos los países, salvo en España, lo que se protege y regula es la violencia en el ámbito doméstico, y no la violencia sobre la mujer».
Ministerio «resentido»
De sus críticas tampoco se libró el Ministerio que dirige Bibiana Aído: «Nos hemos inventado un neolenguaje donde a un ministerio de la mujer resentida y oportunista se le llama Ministerio de Igualdad», dijo.
También cree que hay mujeres interesadas en denunciar a sus parejas porque así «tienen acceso, en un momento dado, a una pensión no contributiva». Según dijo, numerosos compañeros piensan igual que él, «pero tienen miedo. Ser políticamente incorrecto e ir a contracorriente hoy en día en España es peligroso». «Hemos vuelto a la Inquisición», concluyó.

ANDALUCÍA
Piden 10 meses de cárcel a una mujer que mintió al acusar a su compañero de malos tratos
Se hirió al caerse a la piscina y denunció a su pareja por ello para sacar provecho económico en la separación

 Una vecina de Sevilla va a ser juzgada por un presunto delito de denuncia falsa, por el que le piden 10 meses de cárcel, por denunciar a su compañero por supuestos malos tratos pese a que se había causado ella misma las lesiones al caerse accidentalmente en una piscina pública.

El escrito de acusación dice que la procesada, A.E.K., denunció el 23 de junio del año 2004 a su compañero sentimental, C.R.N., por un presunto delito de malos tratos y lesiones, a sabiendas de su falsedad.

El objetivo, según la acusación particular, era «obtener ilegítimamente parte del patrimonio» del denunciado y de hecho esa parte de la demanda ha continuado y en los próximos meses un Juzgado verá la petición de la mujer de quedarse con la mitad de la vivienda de su ex compañero.

El letrado de la acusación, Rafael Villegas, explicó que A.E.K. denunció en el Juzgado las supuestas agresiones físicas y psíquicas que decía haber sufrido por parte de su compañero, para lo que aportó un certificado médico con las contusiones que presentaba en todo el cuerpo.


Protección integral

Además pidió al Juzgado una «protección integral» y orden de alejamiento contra su compañero sentimental.

El hombre compareció como imputado ante el juez, pero a la vez aportó el testimonio de dos mujeres que habían visto a la denunciante cuando se cayó en la piscina municipal de San Juan de Aznalfarache (Sevilla) y sufrió contusiones compatibles con las denunciadas.

La juez de Instrucción 12 rechazó entonces la orden de alejamiento, pero abrió diligencias por un presunto delito de violencia doméstica contra C.R.N., que unos meses después archivó, una vez confirmado que las lesiones se debieron únicamente a la caída en la piscina .

A la vez, la juez dedujo testimonio contra A.E.K. por un presunto delito de denuncia falsa, por el que será juzgada en los próximos meses.

La Fiscalía de Sevilla no presentó escrito de acusación pero el abogado de su ex compañero solicita, junto a la pena de cárcel, una multa de 16 meses con cuota diaria de 3 euros, lo que equivale a 1.440 euros.

Villegas informó de que otro Juzgado verá en los próximos meses la demanda en la que la mujer reclama parte de la vivienda que compartió con su ex compañero, aunque según el letrado éste ha aportado documentos que demuestran que él hizo todos los pagos de la hipoteca y los recibos de luz y agua.
Un juzgado investiga a una mujer por una denuncia falsa de malos tratos
Acusó a su ex marido de agredirla con un cúter, pero en realidad se autolesionó
J. M. , san juan | Actualizado 27.05.2009 - 05:01
Un juzgado de violencia de género ha archivado la denuncia que presentó una mujer contra su ex marido, al que acusó de haberla agredido con un cúter porque en realidad fue ella quien atacó a su ex pareja con este objeto y a continuación se autolesionó para incriminarle.
El ex marido relató en el juzgado que había tenido que denunciar en seis ocasiones a la mujer, algunas por intento de envenenamiento y por haberle causado daños en su vehículo, y solicitó al juez una orden de alejamiento contra su ex esposa.

Las pruebas pusieron de manifiesto que "no ha existido acto de violencia de género, sino, por el contrario, una agresión sufrida" por el marido a manos de su ex pareja. El auto de archivo de las diligencias contra el ex marido señala que fue la supuesta víctima quien, tan entablar una conversación el hombre, "se abalanzó sobre él, produciéndole un corte en la pierna izquierda para, a continuación, autolesionarse con dicha arma que llevaba en la mano", según sostuvo el informe del médico forense. Para el magistrado, la denuncia formulada por la ex esposa "no se ajusta a la realidad de lo ocurrido, careciendo de verosimilitud, máxime cuando el propio imputado ha aportado una serie de denuncias interpuestas contra la misma por hechos similares y cuyo conocimiento corresponde al juzgado de Instrucción".
 
 El juzgado de Violencia sobre la Mujer ha deducido testimonio y ha remitido el caso a un juzgado de Instrucción para que investigue la denuncia falsa y decida sobre la orden de alejamiento que pidió el hombre.Y en Logroño la rioja desde el año 2010 se han presando 2  denuncias  y gracias a los 10Fuerzas 10y 10Cuerpos 10de Seguridad  SAF (Servicio de Atención a la Familia)  c220uerpo  220Nacional 220de 220Policía juzgados de la rioja magistrado/a esta ocurriendo y como se combate estos delitos SOBRE EL ENORME ABUSO DE DENUNCIAS FALSAS POR MALOS TRATOS EN EL ÁMBITO FAMILIAR
Como casi toda la gente sabe, en los últimos años han aumentado considerablemente en España las denuncias por violencia doméstica, hasta tal punto que en los primeros cinco años desde que entró en vigor la denominada “Ley Integral contra la Violencia de Género” fueron detenidos y procesados más de 1.000.000 de hombres...
La mayor parte son promovidas por uno de los cónyuges contra el otro (generalmente la mujer contra el varón) en situaciones de separación o divorcio especialmente “tormentosos” o destructivos... Hay quien habla ya de una verdadera “industria” de denuncias de malos tratos, abusos sexuales, etc. encaminadas a inclinar la balanza a favor de uno de los dos cónyuges litigantes, alejar a los menores del otro progenitor, etc. (La Ex-Juez Decana de los Juzgados de Barcelona , María Sanahuja -en la actualidad Magistrada de la Audiencia Provincial- ha llamado la atención sobre este particular en múltiples ocasiones, con el consiguiente revuelo en el ámbito judicial y las protestas de determinados grupos feministas; luego han sido muchos los Jueces como el de familia de Sevilla, Francisco Serrano, y múltiples fiscales que se han manifestado en los mismos términos)

El delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente. asegura que la ley "no va contra los hombres, sólo contra los maltratadores"

El delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, ha asegurado este lunes que las denuncias falsas deben ser "investigadas y perseguidas" aunque sean un número "mínimo" de las presentadas.
"Las denuncias falsas deben ser investigadas y perseguidas, y se debe aplicar la ley cuando se haya producido un delito del tipo que sea", ha afirmado Lorente en la sede del ministerio, al ser preguntado por el caso ocurrido en el juzgado de Violencia Doméstica de Sevilla.

El juez de Sevilla 0/ha archivado la causa contra un hombre que pasó once meses encarcelado por ocho denuncias de un maltrato que ahora se ha demostrado que no pudo 0/cometer y cuyas lesiones, denunciadas por su compañera, se pudo causar ella misma.

Para Lorente, "lo importante es generar confianza en las mujeres y en las instituciones, y que no haya la presunción de que, cuando una mujer denuncia, lo hace para obtener un beneficio".
Así, ha subrayado que en 2008 se han presentado 142.125 denuncias y que la "inmensa mayoría de ellas se corresponden con hechos que ocurrieron", ha afirmado.
Lorente también ha destacado que debido a que los casos de violencia machista ocurren por lo general en el ámbito privado, son difíciles de demostrar.
"Eso no quiere decir que no haya ocurrido esa violencia; no se debe relacionar la ausencia de una sentencia condenatoria con la conclusión de que es una denuncia falsa", ha apuntado.
"No va contra los hombres"

Preguntado si un caso como éste pudiera crear un rechazo social hacia la ley, Lorente ha recordado que ésta "no va contra los hombres, sino que actúa frente a los hombres violentos y que han maltratado".
Por lo tanto, no es la ley la que dice que se deba detener a los violentos, sino que es la aplicación de esa ley según el criterio de los profesionales, en quienes "confiamos perfectamente, y creemos que las instituciones funcionan de manera contundente contra el que incumple la ley", ha argumentado.
Además, Lorente ha destacado que "hay muchas detenciones y muchos ingresos en prisión derivados de hechos que después no se pueden demostrar, y nadie está cuestionando el Código Penal".
Casos como el ocurrido en Sevilla "son consecuencias que no deben producirse, pero que cuando ocurren deben ser investigadas y aclaradas", ha dicho.
DENUNCIAS FALSAS
estudio criminológico y victimológico sobre la querulancia y los delirios pleitistas.
Una mentira es como una bola de nieve; cuanto más tiempo se la hace rodar, más grande se vuelve (Martín Lutero)
SÓCRATES .- "Sería yo verdaderamente un insensato, Calicles, si no creyera que en esta ciudad a cualquiera puede sucederle lo que sea. Sin embargo, estoy seguro de que si comparezco ante un tribunal con el riesgo de ser condenado a algo de lo que tú dices, mi  acusador será algún malvado -pues  ningún hombre honrado acusaría a un inocente-; incluso no sería nada increíble que se me condenara a muerte". PLATÓN,  Gorgias 521 d.
Características criminológicas esenciales de la denuncia falsa
El Código Penal vigente en España y falsedad de denuncias y testimonio
La actividad probatoria de la defensa en el proceso penal y abogados
La prueba pericial de la “mendacidad” de una denuncia
Condenas y disculpas, en su fondo, forma, intención y consecuencias
La personalidad y el comportamiento del falso denunciante
Relaciones profesionales, sociales e institucionales del denunciante falso
De la falsedad femenina , mujeres falsas y http://www.cita.es/falsas
Sobre las víctimas de denuncias falsas y su asistencia técnica
CONDICIONES para interesarnos en www.cita.es/condiciones

El objetivo de este trabajo es ayudar a quien necesite decir "ESO ES FALSO, VD. SABE QUE ES FALSO, Y VOY A PROBAR JUDICIALMENTE NO SÓLO QUE ES FALSO, SINO TAMBIÉN, Y SOBRE TODO, PROBARÉ QUE VD. YA SABÍA QUE ESO ERA FALSO EN EL MISMO MOMENTO EN EL QUE ME DENUNCIÓ, QUE TUVO ESTA OPORTUNIDAD DE RECTIFICAR QUE LE ESTOY DANDO POR ÚLTIMA VEZ, Y TENGA LA SEGURIDAD DE QUE AGOTARÉ TODAS LAS VÍAS LEGALES PARA QUE SE ME COMPENSEN TODOS LOS PERJUICIOS Y COSTAS PROCESALES, Y VD. NUNCA VUELVA A PODER HACER NINGUNA OTRA DENUNCIA FALSA SIN ATENERSE A MAYORES Y PEORES CONSECUENCIAS". Mi primer consejo es no hacer ninguna concesión, ni dar cuartel, ni siquiera a la Guardia Civil, sin tener una solemne disculpa escrita del denunciante dirigida al denunciado.


Desde el más absoluto respeto por el derecho a denunciar, y por el legítimo ejercicio que de él pueden y deben hacer las víctimas de cualquier delito, en lo que sigue vamos a tratar de cuestionar el abuso malicioso que de la denuncia hacen ciertos individuos patológicos, a los que se les puede denominar querulantes (por lo general prefieren la denuncia que no les supone ningún coste y que sólo les ocupa muy poco tiempo, a la querella, que supone una personación legal y un planteamiento acusatorio más exigente).
Desde una perspectiva filosófica, el problema de la acusación falsa o desproporcinada es tan grave y trascendental como antiguo y difícil de resolver. Baste mencionar la acusación y condena de Sócrates, hace ya 2.400 años, y que hemos comentado ampliamente en  http://www.cita.es/imputado

Ciertos fenómenos humanos o sociales sólo pueden ser bien reconocidos por quienes los han vivido, mientras es muy difícil explicar su importancia y su complejidad en abstracto, impersonalmente, a quien no capta inmediatamente su esencia, es inútil intentarlo con quien no quiere entender nada más que lo obvio, y es peligrosamente contraproducente hacer razonar al autor malicioso, porque reaccionará pretendiendo aumentar el nivel del conflicto, sin reconocer nunca nada incorrecto por su parte, incluso reclamando una injusta "inmunidad" para mayor perversión. Es un imperdonable y carísimo error hacerles concesiones, porque como veremos más adelante, un pequeño éxito de un paranoide siempre le conduce a otro mayor, y cualquier señal de debilidad o inseguirdad de la víctima será aprovechado rápidamente por el querulante.

La Historia y muchas literaturas ilustran diversos tipos de  denuncias falsas . Varios guiones de películas (disponibles en cualquier video-club) describen muy bien distintos aspectos de tan patológico fenómeno, y en algunos casos puede ser muy recomendable que las víctimas de denuncias falsas dediquen un par de horas a ver la película que mejor se adapte a su situación, no sólo por las técnicas y argumentos que le aporten, sino también por mantener alta la autoestima y la moral de quien ha sido denunciado falsamente, y tal vez no encuentre en quién apoyarse, ni a quién confiar su problema, mientras dura su calvario.


Las denuncias falsas son rápidamente identificadas por sus víctimas, pero resultan lejanas y dudosas a quienes nunca han sido denunciados falsamente, ni son reconocidas como tales por sus autores, en casi ningún caso. Una denuncia falsa es, en muchos casos, una intensa prueba de madurez a la que el destino somete a la víctima por la iniciativa de un querulante o delirante, pero también con la complicidad de quien sistemáticamente piensa que "cuando el río suena, agua lleva", sin pararse a pensar que ni lo uno ni lo otro es delito, o que algo sea más falso. Quienes han vivido el impacto social y psicológico de verse acusados falsamente no olvidan, no pueden olvidar los peores momentos, el alto precio ya pagado, y sobre todo, la duda de quien menos debería haber dudado. Podemos dar fe deque se pierden los malos amigos, mientras dudan o fastidian.
Chesterton sabiamente decía que las mentiras son más peligrosas cuanto más se aproximan a las verdades. Los tontos no son capaces de separar unas de otras sin ayuda más inteligente, y por ello es muy recomendable que un profesional les haga reconocer sin ambigüedades ni reservas las verdades que exculpan al falsamente denunciado, y también les haga ver y repudiar las mentiras demostradas que inculpan al denunciante falso. Las técnicas criminalísticas y la criminología más profunda pueden y deben ser aplicadas firmemente tanto al más frívolo de los cotillas, como al más respetable de los magistrados para liberar pronto y definitivamente a quien el denunciante falso ha tratado de enredar y complicar con sus maliciosas acusaciones, incluso con una ejemplar condena en costas y actos de desagravio incluso en público, hasta la plena satisfacción de la víctima.
La denuncia falsa exige tiempo, inteligencia y atención de la víctima, pero no mucho más cuando se cuenta con un buen asesoramiento técnico y legal. En cierta forma, algunos querulantes son ladrones del tiempo de sus víctimas, por lo que hay que intentar marcar el ritmo de las actuaciones y disimular o aplazar cualquier imposibilidad de dedicarse oportunamente a la defensa de los intereses, imagen y derechos de la víctima. Son conocidos algunos querulantes que desde lugares muy mal comunicados con el domicilio del denunciado, como  Huelva , aprovechan la distancia y el tiempo que consume la personación en "sus juzgados", para coaccionar a sus víctimas más ocupadas, aumentando así la inteligencia y maldad de su perversión . Lo peor es que algún fiscal estúpido y obtuso es incapaz de darse cuenta de la repetida malicia sistemática de algún denunciante al que acaba por conocer, y tal vez temer, o incluso llega a desarrollar cierta complicidad que nadie sabe cómo poder investigar (las amistades de los fiscales parecen inescrutables).

Desde la perspectiva criminológica y victimológica se han de catalogar los perfiles del  falso denunciante y de su víctima con cierta definición junto a la esencia de lo que es una denuncia falsa , más allá del  error acusatorio . Pueden encontrarse también elementos comunes entre  denuncias falsas de contenido e intención muy diferente que permiten analizar su núcleo y fenomenología crítica para la política criminal y la mejor defensa de los afectados. Sin embargo, en este trabajo no se pretende dar consejo legal, sino sólo una visión global y criminológica-victimológica, desde cuya perspectiva se mejoren las técnicas neutralizadoras contraatacantes en un procedimiento judicial o policial abierto, especialmente basadas en la peritación judicial de un experto criminólogo, capaz de proponer y realizar la prueba apropiada dentro del procedimiento judicial abierto preferentemente en fase de instrucción.
La peor de las motivaciones de una  denuncia falsa es la envidia patológica. La relación entre el  denunciado falsamente y el denunciante falso siempre es muy compleja, pero en la mayoría de los casos suele haber un componente, característica o virtud en la víctima inalcanzable para el querulante que utiliza los ángulos más fráciles de la reputación para intentar que su objetivo se baje del pedestal en el que él considera que se le ha subido inmerecidamente y, además, sacar todo el partido de ello que pueda conseguir en algún momento de debilidad de la víctima.
Los delitos falsamente denunciados pueden ser muy variados, aunque las amenazas y coacciones sin testigos ni documentos son más habituales, no son infrecuentes muchos otros tipos específicos de acusaciones, como apropiaciones indebidas, hurtos, incendios, daños, envenenamientos, acosos sexuales, sabotajes y últimamente una gran variedad de delitos tecnológicos (virus informáticos, descubrimiento y revelación de secretos, piratería de software, hacking, cracking y phreaking, etc). Pero lo esencial de la falsa denuncia no es el tipo de la acusación, que en ocasiones puede ser sólo un pretexto inconcreto que invita a la policía (incluyendo a la municipal) o la guardia civil, y al juez instructor, a iniciar diligencias especialmente molestas, desagradables y perturbadoras para el denunciado, mientras el denunciante trata de ejercer presión piscológica, social y profesional negociando un hipotético desestimiento con interesadas condiciones basados en una extorsión legal inaceptable desde cualquier perspectiva ética o criminológica.
Características criminológicas esenciales de la  denuncia falsa.
No es posible definir ninguna perversión por sus modelos ideales, pero sí que se debe de analizar el tipo delictivo amplia y profundamente, no sólo por su interpretación puramente legal, o la que ha ido acumulando la jurisprudencia, porque la doctrina criminológica no tiene por qué coincidir necesariamente con la que utilizan, o pretenden utilizar, los abogados penalistas o los magistrados cuando motivan sus sentencias. No es éste ni el momento ni el lugar para diferenciar a la Criminología del Derecho Penal pero baste aquí con la consideración de sus diferencias científicas en sus bases, medios y fines.
Así, el análisis criminológico pretende ser mucho más universal que el del tipo delictivo del correspondiente artículo del Código Penal de un país en concreto, porque la denuncia falsa, desde la perspectiva criminológica, es una realidad con independencia de cuáles sean las normas y las tradiciones, o las prácticas judiciales al respecto en un lugar geográfico y en un momento histórico determinado, porque sea cualfuere su consideración formal, las denuncias falsas han existido en todas las épocas, y en todas las culturas y sociedades.
La inteligencia y la cultura se definen bien por la forma de razonar ante una falsa acusación. Es muy indicativo el hecho de que en las poblaciones menos preparadas, con sistemas educativos deficientes y las más aisladas, con menos intercambios demográficos, las  denuncias falsas "prosperan" en mucha mayor medida que entre las élites de las grandes ciudades, donde resulta mucho más difícil intoxicar y no es aceptable para la comunidad el iniciar procedimientos legales sin suficiente fundamento y pruebas. También es mucho más fácil denunciar falsamente al ausente, o al forastero, como bien conocen los cónsules y embajadores de países más civilizados destinados en los que no lo están tanto.
Un caso intermedio entre el error y la querulancia se encuentra en los desvíos de responsabilidad, en el que el denunciante orienta su acusación no hacia quien él cree que haya cometido un delito, o una falta (a veces le resulta suficiente la indemnización de la falta, pero si depende del querulante, tratará de elevar la pena), sino a quien antes y más puede pagar, y también sufrir, por su acusación. Es decir, que se aprecia una perversa tendencia a dirigir la acusación hacian quien es más solvente o hacia quien está más indefenso, en lugar de hacia quien es más culpable. Este tipo de casos ofrece una gran variedad de matices y grados que sólo pueden ser bien resueltos por la lógica de las pruebas en materia criminal.

La denuncia falsa se define mucho más por su intención, generalmente extorsionante, coactiva, difamadora, injuriosa, calumniosa, y en definitiva, calumniosa y chantajista, que por su falso pretexto penal. Es un error intelectual, más allá de lo incorrecto jurídicamente, centrar los esfuerzos analíticos sólo en los hechos que se denuncian antes y más que en la intención del denunciante, porque eso es lo que precisamente desea el malvado denunciante: que sólo se hable de su denuncia, sintiéndose inmediatamente ofendido e irritado ante cualquier duda o cuestionamiento de su "ilimitado" derecho a denunciar.
Conviene hacer un esfuerzo para separar la subjetividad maliciosa del denunciante, de la objetividad racional de los hechos y sus datos conocidos por cada parte, y por quien recibe, instruye o conoce por cualquier procedimiento el contenido o una noticia de la denuncia, de la afectada subjetividad del denunciado, que en muchos casos se encuentra indefenso e indignado hasta llegar a la furia. En ciertas denuncias falsas, la reacción del denunciado puede parecer desporporcionada y muy perjudicial para sus propios intereses, y aunque nunca es recomendable perder el control de la situación, ni la autoestima, incluso imputado o procesado legalmente por la más maliciosa actuación de un querulante con perversas patologías clínicas, es pefectamente comprensible y no puede dejar de ser considerado con mayor benevolencia cualquier error o daño que produzcan las palabras de un denunciado falsamente, y en cualquier caso, legalmente existe una posibilidad de que la injusta condición de imputado actúe como atenuante de sus actos, y especialmente de sus palabras. Pero siempre es mejor advertir a quien acusa imputando falsamente delitos, y a quien instruye policial o judicialmente una denuncia falsa, que no se dudará en utilizar cuantos derechos asistan al imputado, sin concesiones ni descanso, aunque con ello se perjudique gravemente al malvado y al necio que no lo reconoce, incluso iniciando acciones legales por presunta prevaricación de cualquier funcionario que ignore alguno de los derechos del imputado por denuncias falsas.
La inteligencia criminológica se inicia con la separación de las subjetividades de cada uno de los interlocutores, denunciante, denunciado y juez, en su sentido más amplio, porque el problema es que, mejor o peor, y antes o después, todos los que conocen una denuncia falsa la juzgan de alguna manera, y resulta muy difícil para el denunciado informar a todos de cuando demuestra su falsedad mientras el denunciante hace lo posible por cultivar ampliamente suspicacias y sospechas. El tiempo que tarde en reaccionar cada juez para desestimar una denuncia falsa es también una precisa medida de su inteligencia y preparación.

En el primer análisis de una denuncia falsa se evidencia que intenta personalizar mucho más que tipificar, y busca el castigo mucho antes que cualquier tipo de compensación o solución adecuada al problema, porque su intención es coactiva y extorsionadora. La máxima criminológica "odia el delito, pero compadece al delincuente", es completamente opuesta a la inspira al falso denunciante, a quien suele afectarle muy poco la realidad de los hechos que define con poca precisión, y por el contrario, pretende definir muy detalladamente al denunciado y sus antecedentes personales para poder utilizar su denuncia como coacción.
También es conveniente relacionar la  denuncia falsa con otros delitos, y en nuestra opinión pocos tienen tanto en común, y tan poco  esencialmente diferente a la denuncia falsa, como el "libelo". Evidentemente, publicar una información falsa, a sabiendas de que es falsa, sólo está al alcance de periodistas y editores, pero todo ciudadano siempre tiene el derecho de poder presentar una denuncia falsa en una comisaría, cuartelillo de la guardia civil o juzgado de guardia. Probablemente si pudieran, muchos  falsos denunciantes preferirían utilizar un medio de comunicación en lugar, o además, de un juzgado de instrucción, pero lo cierto es que para la víctima de una  falsa denuncia , o de un libelo, la defensa resulta difícil en ambos casos. No son infrecuentes los casos en los que el falso denunciante intenta dar la máxima publicidad a su alcance para la denuncia falsa, por lo que la víctima tiene abiertos dos frentes, uno en el juzgado, y otro en los medios de comunicación social, o en su entorno profesional, familiar o afectivo, por el ataque deliberado a su reputación, prestigio, seguridad jurídica, patrimonio y modo de vida.

Como toda realidad diversa y compleja, la denuncia falsa presenta una variedad de tonalidades también en la intención de quien denuncia. Pero sin duda, la más eficaz introspección se encuentra en el hecho inherente de su falsedad, en la medida en que el denunciante sea consciente de ella. Este punto es crucial para cualquier planteamiento probatorio eficaz para defensa de la víctima de cualquier  denuncia falsa , como se propondrá y explicará más adelante, porque si puede demostrar que el denunciante es consciente de la falsedad, excluyendo la posibilidad de que se encuentre en un error, todo lo demás resulta accesorio, o más agravante, en la precisa denuncia contra el denunciante falseador de hechos.
El Código Penal vigente en España y la falsedad de denuncias y testimonios
Aunque no quisiéramos perder generalidad limitando a nuestro país, y sólo nuestro tiempo, la tipificación delictiva de las denuncias falsas, resulta muy conveniente leer atentamente las disposiciones legales vigentes para el denunciado falsamente. Tenemos interés por comparar esta normativa penal con las de otros países, y también queremos comprender la evolución desde la Prehistoria, hasta la actualidad, pasando por épocas singulares en las que se fomentaron inquisitorialmente, o se reprimieron hasta las más probadas denuncias dictatorialmente, así como todas las variantes de intenciones, falsedades, e imputaciones.
Hasta 1996, el antiguo Código Penal, articulaba en el 325 y su bis (recuerdo que un profesor que tuve en penología, agudo jurista, decía siempre que cuando veamos un artículo "bis", debíamos echarnos a temblar), el delito de denuncias falsas. El bis, en este caso ya derogado, intentaba proteger al máximo al denunciante de "cualquier acto contra la vida, integridad, libertad, seguridad o bienes", incluso después de celebrado el juicio. En el actual Código Penal, no hay "bis", y nos permitimos recomendar también a continuación la lectura de los artículos que tipifican el falso testimonio, porque la experiencia pericial demuestra que una gran parte de las denuncias falsas están asociadas, relacionadas, o en connivencia, con falsos testimonios y peritos o intérpretes mendaces.

CAPÍTULO V De la  acusación y denuncia falsas y de la simulación de delitos
Artículo 456.
1. Los que, con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad, imputaren a alguna persona hechos que, de ser ciertos, constituirían infracción penal, si esta imputación se hiciera ante funcionario judicial o administrativo que tenga el deber de proceder a su averiguación, serán sancionados:
1. Con la pena de prisión de seis meses a dos años y multa de doce a veinticuatro meses, si se imputara un delito grave.
2. Con la pena de multa de doce a veinticuatro meses, si se imputara un delito menos grave.
3. Con la pena de multa de tres a seis meses, si se imputara una falta.
2. No podrá procederse contra el denunciante o acusador sino tras sentencia firme o auto también firme, de sobreseimiento o archivo del Juez o Tribunal que haya conocido de la infracción imputada. Estos mandarán proceder de oficio contra el denunciante o acusador siempre que de la causa principal resulten indicios bastantes de la falsedad de la imputación, sin perjuicio de que el hecho pueda también perseguirse previa denuncia del ofendido.
Artículo 457.
El que, ante alguno de los funcionarios señalados en el artículo anterior, simulare ser responsable o víctima de una infracción penal o denunciare una inexistente, provocando actuaciones procesales, será castigado con la multa de seis a doce meses.

CAPÍTULO VI Del falso testimonio
Artículo 458.
1. El testigo que faltare a la verdad en su testimonio en causa judicial, será castigado con las penas de prisión de seis meses a dos años y multa de tres a seis meses.
2. Si el falso testimonio se diera en contra del reo en causa criminal por delito, las penas serán de prisión de uno a tres años y multa de seis a doce meses. Si a consecuencia del testimonio hubiera recaído sentencia condenatoria, se impondrán las penas superiores en grado.
3. Las mismas penas se impondrán si el falso testimonio tuviera lugar ante Tribunales Internacionales que, en virtud de Tratados debidamente ratificados conforme a la Constitución Española, ejerzan competencias derivadas de ella, o se realizara en España al declarar en virtud de comisión rogatoria remitida por un Tribunal extranjero.
Artículo 459.
Las penas de los artículos precedentes se impondrán en su mitad superior a los peritos o intérpretes que faltaren a la verdad maliciosamente en su dictamen o traducción, los cuales serán, además, castigados con la pena de inhabilitación especial para profesión u oficio, empleo o cargo público, por tiempo de seis a doce años.
Artículo 460.

Cuando el testigo, perito o intérprete, sin faltar sustancialmente a la verdad, la alterare con reticencias, inexactitudes o silenciando hechos o datos relevantes que le fueran conocidos, será castigado con la pena de multa de seis a doce meses y, en su caso, de suspensión de empleo o cargo público, profesión u oficio, de seis meses a tres años.
Artículo 461.
1. El que presentare a sabiendas testigos falsos o peritos o intérpretes mendaces, será castigado con las mismas penas que para ellos se establecen en los artículos anteriores.
2. La misma pena se impondrá al que conscientemente presente en juicio elementos documentales falsos. Si el autor del hecho lo hubiera sido además de la falsedad, se impondrá la pena correspondiente al delito más grave en su mitad superior.
3. Si el responsable de este delito fuese abogado, procurador, graduado social o representante del Ministerio Fiscal, en actuación profesional o ejercicio de su función, se impondrá en cada caso la pena en su mitad superior y la de inhabilitación especial para empleo o cargo público, profesión u oficio, por tiempo de dos a cuatro años.

Artículo 462.
Quedará exento de pena el que, habiendo prestado un falso testimonio en causa criminal, se retracte en tiempo y forma, manifestando la verdad para que surta efecto antes de que se dicte sentencia en el proceso de que se trate. Si a consecuencia del falso testimonio, se hubiese producido la privación de libertad, se impondrán las penas correspondientes inferiores en grado.
La actividad probatoria de la defensa en el proceso penal
Este apartado coincide con el título de una comunicación del magistrado Arturo Beltrán Núñez, a quien he tenido el honor de conocer personalmente compartiendo varias tribunas y foros de debate y confieso cierta fascinación por su ordenada y clara argumentación jurídica, por lo que lamento que no sea fácil encontrar más escritos de Arturo Beltrán Núñez, quizá porque este singular magistrado se concentre mucho más en las motivaciones de sus sentencias que en actividades extrajudiciales (otros magistrados demasiado dispersos y menos dedicados a su alta responsabilidad deberían tomar ejemplo)
Es importante destacar que nuestra intención aquí se centra en la prueba de la falsedad dolosa de la acusación más allá de cualquier intento de demostrar una inocencia, pero resulta evidente la utilidad de conocer la "doctrina convencional" que evita o ignora la posibilidad de priorizar la prueba del dolo, mediante exteriorizaciones del conocimiento consciente tanto de la falsedad como de la omisión, hasta llegar a la comisión por omisión, de los hechos y datos conocidos por el denunciante y deliberadamente omitidos a sabiendas de que podrían ser exculpatorios para el denunciado falsamente. Sin embargo, la actividad de la defensa negativa o destructiva de la prueba de cargo debe ser conocida y utilizada con precisión, antes, o al mismo tiempo, de lo que más adelante describiremos con mayor detalle y compromiso pericial.
Yo aprecio al máximo cada una de las siguientes palabras de Su Señoría Arturo Beltrán Núñez publicadas en los cuadernos de derecho judicial en la recopilación de 1992 con el título "La prueba en el proceso penal" como COMUNICACIÓN SOBRE LA ACTIVIDAD PROBATORIA DE LA DEFENSA EN EL PROCESO PENAL (ASPECTOS PARCIALES) que transcribo literalmente en esta cita:
COMUNICACIÓN SOBRE LA ACTIVIDAD PROBATORIA DE LA DEFENSA EN EL PROCESO PENAL (ASPECTOS PARCIALES), de Arturo Beltrán Núñez, Magistrado de la Audiencia Provincial de Madrid al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ, 1992)
LÍMITES DEL TRABAJO
El título que encabeza esta comunicación no debe llamar a engaño. El trabajo es modesto y no pretende recopilar toda la teoría general de la prueba, que, precisamente por su carácter general, es predicable tanto si la propone o aporta la parte acusadora como la defensa. Por el contrario, se busca destacar algunos de aquellos aspectos diferenciales o menos destacados de la labor de la defensa en el proceso penal que guardan relación con la actividad probatoria.
Sin perjuicio de su esencial cualidad de derecho fundamental vinculante para todos los poderes públicos y de aplicación inmediata (STC 28 de julio de 1981) la presunción de inocencia por su carácter de presunción "iuris tantum" puede ser desvirtuada siempre que en el proceso tenga lugar una mínima (o suficiente, mejor) actividad probatoria, inequívocamente de cargo y que esa actividad sea acorde con el respeto a la legalidad constitucional ordinaria, esto es, que la prueba resultante sea obtenida lícitamente y en todo caso sin vulneración de los derechos fundamentales de la persona (art. 11.1 LOPJ y art. 24.2 de la CE y SSTC de 29 de noviembre, 21 de diciembre de 1983, 8 de marzo de 1985, 20 de enero de 1986, 17 de junio de 1986, etc). En todo caso, y como tal presunción, conlleva la exclusión de la presunción inversa, por lo que nunca una persona puede sufrir la carga de probar su inocencia, carga que obviamente se desplaza a la acusación (pública o privada) que ha de aportar las pruebas que inviertan la situación de arranque o punto de partida del proceso que es la inocencia presumida.
(A los efectos de este trabajo, se considera al Ministerio Fiscal como acusación. Ello no es del todo exacto, porque como defensor del interés público que se concreta tanto al menos en la absolución del inocente como en la condena del culpable y por su sumisión a los principios de legalidad e imparcialidad (arts. 6 y 7 de su Estatuto) no es excepcional, aunque tampoco sea frecuente que el Fiscal aporte pruebas de descargo, o incluso solicite la absolución.)
El citado desplazamiento (o quizá mejor la ubicación "ab initio") de la carga de la prueba en las partes acusadoras supone que éstas tienen que acreditar en el juicio oral los hechos constitutivos de su pretensión penal y que, sin la prueba de tales hechos, no cabe sentencia condenatoria por total que haya sido la inacción del acusado y su defensor (carácter raccional o pasivo de la presunción de inocencia).
Todo esto ha originado que en una primera apariencia la prueba de cargo (suficiente y legítimamente obtenida y practicada) y la presunción de inocencia aparezcan como haz y envés de una misma realidad o como realidades positiva y negativa incompatibles de suerte que la aparición de la primera conlleva la desaparición de la segunca. Esta afirmación es errónea o, al menos, ha de matizarse muy cuidadosamente, pero en todo caso es reveladora de cuál ha de ser la primera actividad de la defensa en relación a la prueba de cargo: Negar su existencia, negar su suficiencia, denunciar la ilegalidad de su forma de obtención o práctica, disentir el modo en que se ha aportado al proceso y en última instancia la falta de fiabilidad sea en sí misma, sea en la fuente de que proviene. Esta es la actividad negativa o destructiva de la defensa en relación a la prueba.
Ahora bien, presentar prueba de cargo y presunción de inocencia como realidades incompatibles es una afirmación errónea y hecha sin más matices, vagamente totalitaria en cuanto que la predicación de la suficiencia de la inacción defensiva en caso de inexistencia de pruebas de cargo pueda pasarse a la afirmación de la irrelevancia de la acción defensiva en caso de existencia y plena validez de aquéllas, lo que es inadmisible por las siguientes razones:
a) Porque la presunción de inocencia ha de entenderso como presunción de no participación en los hechos. Queda fuera de su ámbito la existencia de causas de exención de la responsabilidad o de circunstancias atenuantes, que no se presume y cuya prueba inclube a quien las alega (usualmente la defensa).
b) Porque, junto a pruebas de cargo, pueden existir otras de descargo, que nieguen directamente la participación de los hechos. sería la prueba de descargo pura, la coartada, despojando el término de cualquier matiz peyorativo, vgr: Frente a testigos que afirman reconocer al acusado como autor de los hechos, otros afirman que no fue él, o que no pudo ser por hallarse en un lugar distante, etc. Si esta prueba de descargo impide un juicio de certeza sobre la culpabilidad del acusado, originará una sentencia absolutoria. (Tal vez pueda así enfocarse de otra forma la polémica sobre si el principio "in dubio pro reo" forma parte o no del contenido de la presunción de inocencia. Ello dependerá de la concepción abstracta o "a priori" o concreta o "a posteriori" de lo que se entienda por prueba suficiente. Si afirmamos "a priori" y en abstracto que la declaración de un solo testigo, o la pericial caligráfica o dactiloscópica incriminatorias son pruebas suficientes para destruir la presunción de inocencia -potencialmente destructible en abstracto- empieza el "in dubio". Si, por el contrario, partimos de la posición "a posteriori" o concreta, no puede jamás generalizarse o teorizarse sobre cuál será la prueba suficiente: Si aparece la duda, aunque haya veinte pruebas de cargo, estamos ante una prueba insuficiente: El principio "in dubio" forma parte del contenido de la presunción. Personalmente, y como quiera que la justicia se administra caso a caso, me parece más correcta la segunda concepción y más acorde con la realidad procesal del día a día).
c) Porque la presunción de inocencia no es un concepto filosófico que juegue ontológicamente al todo o nada, sino un concepto jurídico susceptible de una ciergta gradación. Así, probado sin fisuras el apoderamiento de un bien mueble ajeno, cabe la duda aún de la existencia de fuerza, violencia o intimidación, probada la intimidación cabe la duda sobre el uso de un arma, etc., y respecto de estos escalones sucesivos cuya prueba corresponde al que acusa, también cabe frente a la actividad probatoria de cargo, la de descargo.
d) Porque, aceptándose todos o algunos de los hechos justificativos de la pretensión obligatoria, pueden contemplarse con otros que modifiquen de tal modo la relación fáctica que den lugar a la declaración de atipicidad de los hechos o a su tipificación conforme a una calificación más benigna. Vgr. El apoderamiento de un bien mueble ajeno con intimidación existió, pero, si se prueba que el atacante era acreedor del atacado y su ánimo fue el de cobrarse la deuda, el hecho no se calificará de robo, sino de realización arbitraria del propio derecho, o si se acepta que el deudor antes solvente es ahora insolvente, por haber realizado actos no retribuidos de disposición de sus bienes en favor de terceros, pero se prueba además que esos terceros eran acreedores a los que así hacía pago, no podrán reputarse los hechos como alzamiento de bienes.
En resumen, en todos estos supuestos, la existencia de prueba de cargo puede ser contrarrestada total o parcialmente por otra de signos contrario, lo que demuestra la relevancia de la actividad probatoria positiva de la defensa.
Como se ha dicho, no se trata de presenciar (ni ello es posible al menos para quien escribe) todas las formas de intervención positiva o negativa de la defensa en la actividad probatoria. Se señalarán, por tanto, algunos aspectos de la misma más polémicos, o de mayor actualidad.
LA ACTIVIDAD DE LA DEFENSA NEGATIVA O DESTRUCTIVA DE LA PRUEBA DE CARGO
1. Aunque en alguna ocasión (Convenio de Roma de 4 de noviembre de 1950 para la protección de los Derechos Humanos y las Libertades Públicas -art. 6.3, art. 14.2c del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos del 19 de diciembre de 1966 vgr.) se hace referencia a las pruebas -testigos en estos casos- de cargo y de descargo apartentemente por su origen, esto es, según vengan propuestos por la acusación o por la defensa, tal vez haya que distinguir una vez más entre la prueba y su fuente. Así, un testigo propuesto por la acusación (fuente de prueba) hace unas declaraciones (prueba) dubitativas o exculpatorias. Se hace evidente que tales pruebas -las declaraciones- no son de cargo o incluso lo son de descargo. El supuesto contrario -testigo propuesto por la defensa cuyas manifestaciones inculpan al acusado- también puede darse (y ha de ser una de las preocupaciones de la defensa la cuidada selección de sus testigos). Por tanto, cuando la defensa intenta destruir o poner en entredicho una prueba no ha de juzgarla en razón de la fuente de que procede ni en función de quien la propone, sino por su contenido; sólo será prueba de cargo aquella que acredite los hechos constitutivos de la pretensión acusatoria. Sólo ésa merece el esfuerzo en su destrucción.
2. Las formas de poner en entredicho una prueba son sumamente variables y la exposición, aun a título enunciativo de las variantes, es imposible. Puede discutirse la forma de aseguramiento de la prueba, la forma en que se practica, la forma en que se aporta al proceso, su naturaleza de prueba directa o indirecta, su resultado, su valor, etc. Los modos dialécticos varían en cada caso. Vgr. el testigo ha contestado al Fiscal que hubo dos disparos y a preguntas de la defensa afirma que eso le dijeron, o que lo dedujo, porque vio dos agujeros que le parecieron de bala, o que oyó dos ruidos que le parecieron disparos. La defensa tiene un mucho de arte y estrategia, de psicología y de técnica. La forma de conducir el interrogatorio de un testigo, de un perito, etc., no está sometida a reglas inmutables. Todos hemos visto alguna vez una pregunta de más o de menos. Quizá pueda decirse que el esfuerzo en la contradicción de los hechos objeto de acusación puede detenerse en la duda sin forzar la certeza contraria, y sólo ha de buscarse la certeza de los propios alegatos fácticos. Por eso, este trabajo se va a limitar a hacer algunas insinuaciones sobre aspectos muy concretos de la actividad probatoria sobre los que es posible proyectar sombras de duda...
Termino aquí y así la cita de Su Señoría Arturo Beltrán Núñez, porque a partir de este punto se detalla en su comunicación los informes de análisis de las distintas sustancias por órganos administrativos, la denominada prueba dactiloscópica y la entrada y registro en lugar cerrado. "Por cierto que todos estos supuestos suelen reputarse como ejemplos de prueba anticipada, y en efecto puede serlo en ocasiones, aunque no necesariamente siempre".
La denuncia, tanto si es falsa, como si es legítima, cierta, y se fundamenta en las pruebas más concluyentes, surge en la mente de una persona, y es en ella donde debemos concentrar nuestros esfuerzos para demostrar su falsedad, cuando ello es posible.
La prueba pericial de la falsedad de una denuncia
Para conocer profundamente la fenomenología de la falsedad hay que conocer la teoría del conocimiento. Kant decía, hacia el final del prólogo a la segunda edición de su Crítica de la Razón Pura, que el conocimiento de las cosas pasa por conocer las formas que tenemos de conocer. En esta pretensión de "conocer cómo conocemos", y "cómo podemos conocer" (científicamente), la fenomenología criminológica de género puede ocuparnos, y preocuparnos, hasta límites insospechados por los jueces (y por las jueces o juezas, como ellas prefieran). Kant distingue muy bien en su Lógica al definir los " Raciocinios delusorios , -Paralogismos , -Sofismas . Llámase raciocinio delusorio (fallacia), a aquel que es falso en cuanto a la forma, aun que parece legítimo. Este raciocinio es un paralogismo cuando nos engañamos a nosotros mismos, y sofisma si se intenta engañar a los demás".
No resulta fácil probar formalmente que un denunciante sabe que los hechos que imputa son falsos, incluso en los casos más descarados y escandalosos. Pero suele ser técnicamente posible hacerlo si se cuenta con la paciencia y la inteligencia suficiente para construir una pieza de convicción probatoria del conocimiento de ciertos hechos por parte del denunciante que son ignorados deliberadamente en la denuncia, o de otros datos que sabe y no puede dejar de saber que son falsos.
El conocimiento de la falsedad de los hechos denunciados, generalmente hábilmente mezclados con otros que efectivamente sí que puede demostrarse que son ciertos, junto con la intención maliciosa, están relacionados con varios conceptos criminológicos y criminalísticos clásicos.
No es posible un enfoque ingenuo, ni es decente otra visión frívola, de la falsedad, y peor aún es hacer maliciosamente una acusación de falsedad cuando hay más veracidad en la otra parte. Para probar una mentira, hay que saber mentir. Platón describió maravillosamente, en La República 334 y páginas siguientes, la dificultad de distinguir entre los buenos amigos que no se ocupan o preocupan por parecer que lo son, y los malos enemigos que sí se preocupan y ocupan por parecer buenos amigos, sin serlo (un mal amigo es peor, mucho peor, que un buen enemigo, y en cualquiera de los casos, la falsedad y el conocimiento cierto de lo que es o no falso, suele ser la clave para la amistad, y más aún para la enemistad).
Antes de hacer planteamientos probatorios, hemos consultado la doctrina científica y pericial sobre la intencionalidad, y en un dictamen pericial ya presentado y ratificado en un juzgado de instrucción, destacamos lo siguiente:
Es muy importante para la prueba pericial que necesita la víctima diferenciar bien entre el error que pueda existir en cualquier denuncia, de la intencionalidad puramente querulante. La doctrina jurídica y criminológica diferencia bien entre la imprudencia consciente (" tal vez haya un error, pero seguiré adelante con la acusación por si acaso puede prosperar así") del dolo eventual ("creo, o incluso sé perfectamente que hay un error, pero no me importa, porque voy a conseguir que prospere mi acusación"), o del mayor grado de dolo, que es la premeditación con alevosía (" no tengo ningún derecho ni razón para acusar, pero sigo un buen plan y además voy a impedir que el denunciado pueda defenderse "). Antes ya se ha mencionado el desvío de la acusación hacia el más solvente, o hacia el más indefenso, lo que origina toda una gama de matices y grados sobre la intencionalidad del denunciante más o menos equivocado, o la del querulante más o menos malicioso.
La intencionalidad, está, no puede dejar de estar, muy relacionada con el concepto de imprudencia consciente, y más aún con el de dolo, en cualquiera de sus interpretaciones legales. Para la determinación del dolo y la conciencia relacionada con la intencionalidad la doctrina consultada confirma plenamente mis presunciones iniciales para formarme un criterio pericial aplicable a este caso pues, según he leído en "El dolo y su prueba en el proceso penal" (Ramón Ragués y Vallés, Ed. J. M. Bosch, Barcelona 1999) "El medio probatorio por excelencia al que se recurre en la práctica para determinar la concurrencia de los procesos psíquicos sobre los que se asienta el dolo no son ni las ciencias empíricas, ni tampoco la confesión autoinculpatoria del sujeto activo. Las enormes dudas que suscita la primera vía y la escasa incidencia práctica de la segunda, llevan a que la mayoría de los supuestos se acaben resolviendo a través de un tercer medio de prueba: la llamada prueba indiciaria o circunstancial, plasmada en los denominados juicios de inferencia". Señalo, además, dos partes completas y muy principales de esta obra, sobre la "determinación del dolo" y sobre la "atribución del conocimiento".
Además, la jurisprudencia del Tribunal Supremo argumenta así:
Sentencia del Tribunal Supremo (STS) de 7 de marzo de 1991 (A 1927, ponente De Vega Ruiz), en la que se afirma que "sabido es que la existencia del dolo, integrado por elementos psicológicos que yacen en la mente del sujeto activo, es difícil de acreditar. Y que como todo cuanto se guarda en lo más profundo del ser anímico, sólo puede probarse por una serie de datos (anteriores, coetáneos y posteriores) que manifiesten, desempolvando íntimos secretos, la voluntad querida" (el magistrado ponente de esta sentencia es quien también expresamente destaca lo aquí antes subrayado). La STS de 28 de abril de 1989 (A 3558, ponente Puerta Luis), afirma que "la intención o propósito que anima a las personas, por residir en su esfera íntima, no es directamente perceptible".
Sin embargo, las pruebas indirectas por presunciones basadas en el principio de identidad, e indicios basados en el principio de causalidad, permiten estimar efectivamente intenciones, también en el falso denunciante. Pero siempre será necesaria una mínima capacidad de análisis lógico de los hechos, y una experiencia, para que el juzgador pueda llegar a la convicción de que una denuncia es falsa intencionadamente, al igual que ocurre con las pruebas más indirectas de otros delitos que sólo pueden ser instruidos mediante inferencias lógicas, como suele ser el caso del envenenamiento, el sabotaje, las coacciones y amenazas mafiosas, el espionaje y otros llamados "delitos de inteligencia".
Para fundamentar la metodología probatoria pericial que cabe aplicar para desenmascarar al falso denunciante es conveniente considerar a ciertos clásicos, como "La lógica de las pruebas en materia criminal", de Nicola Framarino dei Malatesta, obra criminalística clásica por excelencia, y "Técnica probatoria. Estudio de las dificultades de la prueba en el proceso", tratado probático de L. Muñoz Sabaté, en lo que se refiere a la problemática intrínseca de la prueba de "dolo, culpa, conocimiento e intenciones". Otro libro de referencia, con el título "La mínima actividad probatoria en el proceso penal" (M. Miranda Estrampes, Ed. J.M. Bosch, Barcelona, 1997) puede resultar muy útil a quien ha de "probar su inociencia".
Malatesta propone muy diversas clasificaciones lógicas de las pruebas, pero para denunciar una falsa denuncia es necesaria una clara perspectiva de la dualidad de las acusaciones, ya que ambas partes acaban por ser denunciantes y denunciados recíprocamente. Aceptando que en cualquier caso las pruebas pueden ser acusatorias o exculpatorias, además de corroborantes e infirmantes, son estas últimas, precisamente, las infirmatorias de las primeras acusatorias, esto es, las que encuentran contradicción o vicio en la falsa acusación las que mejor permiten demostrar su falsedad, o en otro caso su error, situándonos en la óptica del primer denunciado convencido de su inocencia, pero con dificultades de prueba, generalmente por un proceso inquisitorio que le obliga a defender su inocencia mediante "pruebas de hechos negativos" (probatio diabolica).
Así, la infirmación de la falsa denuncia exige un cuidadoso análisis del texto, el contexto y sobre todo, de la intención y el conocimiento del denunciante a través de cualquiera de sus exteriorizaciones, , en cada momento y lugar, tanto por la contradicción de sus afirmaciones acusatorias, como por la deliberada omisión de cualquier dato o prueba que pudiera exculpar al denunciado falsamente. Es decir, que el falso denunciante intenta acumular indicios sospechosos, pero sin aportar relevantes datos y hechos que conoce del denunciado o de sus acciones para hacer tan difícil como sea posible la defensa de su víctima, y con frecuencia los relata con sustanciales diferencias, dependiendo de a quién se dirige. Para aplicar técnica informatoria contra denuncias es preciso hacer una análisis introspectivo del conocimiento del denunciante, y de su intención, cuya legitimidad específica aumenta en el caso de que un juzgado de instrucción efectivamente haya imputado algún cargo al denunciado falsamente. Sin duda, es el concepto amplio de la "instrucción", el que mejor protege al denunciado falsamente, pero como casi todo en la Administración de Justicia, su alcance, rapidez y los daños injustos que provoca la instrucción depende de la inteligencia, preparación y capacidad de trabajo del juez instructor, el fiscal, pero también, y frecuentemente en exceso, del secretario judicial, oficiales y agentes del juzgado, así como de la Policía Judicial.
Como deducción instrumental, la "intencionalidad específica de la denuncia falsa" se debe demostrar, por cualquier procedimiento probatorio válido, desde el preciso momento en el que el denunciante es consciente de la falsedad de su acusación, y no desiste de ella, sino que persiste en cuanto perjudique al denunciado, deliberadamente. Por lo tanto, cualquier exteriorización del conocimiento que tiene el denunciante de la falsedad de lo que denuncia sirve para demostrar su dolo al perjudicar y, mientras ello le es posible, no dejar de perjudicar, al denunciado.
Este conocimiento de la falsedad diferencia con precisión al querulante del delirante, al malicioso del errado, al delincuente doloso del imprudente ignorante, y permite pedir responsabilidades penales además de las civiles por los daños y perjuicios ocasionados al denunciado, siendo de alguna manera también responsable el instructor torpe, lento o inquisidor.
Su prueba pericial es, por lo tanto, económica y criminológicamente esencial, porque la compensación de la víctima, y la corrección del delincuente como denunciante, depende de este relevante extremo, desde una perspectiva multidisciplinar, y casi siempre supone un singular desafío para el experto.
El caso más difícil de prueba relacionado con denuncias falsas ha sido el de su inducción por parte de un tercero oculto. Hay ocasiones en las que el denunciante no es el auténtico cerebro de la envolvente inquisitorial, sino que es utilizado como una marioneta por alguien mucho más inteligente y perverso que mueve sus hilos induciendo las denuncias y maniobras. No podemos extendernos aquí sobre esas "falsedades de segunda generación", ni es posible simplificar la mejor estrategia en cada caso, pero la presunción de inocencia, al menos en las segundas instancias judiciales, permite una defensa que penetra en la mayoría de las inducciones a la falsedad si la víctima es tenaz en su trabajo probatorio, y se encuentra bien asesorada jurídica y pericialmente.
Condenas y disculpas, en su fondo, forma, intención y consecuencias
Además de cuanto dispone el Código Penal en la tipificación y condena de las denuncias falsas, conviene tener muy en cuenta que el artículo 102.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece que "no podrá ejercitar la acción penal"..."el que hubiere sido condenado dos veces por sentencia firme como reo del delito de denuncia o querella calumniosas"... "sin embargo, ejercitar la acción penal por delito o falta cometidos contra sus personas o bienes o contra las personas o bienes de sus cónyuges, ascendientes, descendientes, hermanos consanguíneos o uterinos y afines" y también "podrán ejercitar también la acción penal por el delito o falta cometidos contra las personas o bienes de los que estuviesen bajo su guarda legal".
En nuestra opinión, hay pocas condenas o disculpas de denunciantes falsos porque hay pocas instrucciones sobre denuncias falsas, incluso en los casos más evidentes y maliciosos, por lo que hay muy pocas dobles condenas en sentencias firmes que impidan a los querulantes seguir ejerciendo acciones penales. Y si existen, resulta muy difícil conocer estos hechos, porque no se publican este tipo de sentencias (nosotros hemos buscado tenazmente en jurisprudencia, hemerotecas y en Internet, y todavía no hemos encontrado ni un solo caso de alquien a quien se le haya impedido ejercer la acción penal por el artículo 102.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal).
Toda víctima de denuncias falsas puede y debe intentar conseguir la condena por sentencia firme, no sólo por su propio interés particular, sino por un mínimo sentido del bien y la mayor seguridad jurídica de la sociedad. Si nadie lo impide, un querulante irá ampliado y perfeccionando su repertorio hasta convertirse en un auténtico peligro público, por lo que la sociedad debe agradecer y reconocer a quien se toma la molestia de no olvidarse de lo ocurrido para evitar que vuelva a ocurrir. Sólo una sincera disculpa, preferentemente con una razonable compensación (no hay que avergonzarse por exigir una reparación, también en lo material, porque el del dinero es el lenguaje que mejor entienden los querulantes que profesionalizan su perversión), puede motivar la renuncia a iniciar un procedimiento penal por denuncias falsas a pesar de que se tenga la convicción de que se ha tratado de perjudicar deliberadamente con ellas a sabiendas de que eran falsas.
No existen fórmulas para tomar la decisión de renunciar a denunciar al falso denunciante, y en cada caso hay que sopesar muchas circunstancias según el criterio del denunciado falsamente, el único que debe tomar o dejar de tomar esa decisión. Pero una vez que se haya tomado, conviene no dudar, porque la duda es el terreno más fértil para la perversión del querulante y nos podemos encontrar con muchas desagradables sorpresas después de haber olvidado en falso el mal trago. Hay que custodiar con celo las pruebas exculpatorias, la sentencia o el auto de sobreseimiento y archivo, o el documento en el que quede plasmada la disculpa, porque es posible que alguna vez tengamos que mostrárselo a alquien informado parcialmente.
Como decía Malatesta en su estudio "de la disculpa" en "Lógica de las pruebas en materia criminal", el testimonio que disculpa al acusado de una denuncia probadamente falsa tiene en su contra una sospecha de descrédito que le quita credibilidad, pues siempre se presume que en provecho propio fácilmente mentimos; y esa presunción de mendacidad no carece de fundamento.
El hombre, por necesidad ingénita, aspira a no empeorar su propia condición, sino a mejorarla; aspira a alejar los males y a atraer los bienes; y por esto, cuando del diverso tenor de sus palabras se puede derivar un mal o un bien para él, fácilmente se comprende que, aun a expensas de la verdad, se verá inclinado a decir lo que le favorece y no lo que le perjudica. Si probamos como verdadera la culpabilidad del falso denunciante, éste, para escapar al mal que representa la pena, se dejará llevar, en su testimonio, más a la disculpa que a la confesión.
La mejor prueba contra la denuncia falsa se encuentra entre la disculpa y la confesión del denunciante, pero no basta decir que para alegar legítimamente en contra del acusado de denuncias falsas la sospecha de que miente, es necesario que éste sea indicado de modo suficiente por las pruebas como responsable; se requiere, además, que esa sospecha de mendacidad no pueda hacerse valer con relación a la prueba que es única indicadora de la culpabilidad, para darle importancia a su valor probatorio frente al testimonio de disculpa del denunciante falso. Repetimos que toda denuncia, y más aún la que es falsa, surge de la mente y es ahí donde debe probarse su intención, más allá de la prueba de su falsedad.
Pero la disculpa, que puede llegar a ser todo un arte en la diplomacia, puede ser también una perversión más para el cínico que sólo busca neutralizar a la víctima cuando ésta ha probado que lo es. Hay que exigir algunas garantías que de no se va a repetir la falsedad del denunciante, porque a veces es muy fácil ser bueno, pero mucho más difícil es ser justo, y contra un querulante siempre es mucho más necesaria, más memorable y más meritoria la justicia inteligente, tenaz y esforzada, que la benevolencia perezosa, cómoda y olvidadiza.
La personalidad y el comportamiento del falso denunciante
El falso denunciante reincidente, y más aún quien adapta su modo de vida y profesión a esta repugnante práctica, tiene una estructura de su personalidad y un comportamiento psicopático y sociopático característico, generalmente respaldado por una activa inteligencia y una sobravaloración de sus propios derechos en perjuicio de quienes le rodean, y especialmente de sus denunciados, porque las denuncias falsas no suelen ser la única "hazaña" de la que es capaz un querulante. Insidias, infundios, conspiraciones, intoxicaciones y todo tipo de conflictividades surgen a su alrededor de manera difícilmente relacionables con él salvo que se haga un profundo estudio de su evolución a lo largo del tiempo en sus diferentes entornos, según sus presumibles intenciones en cada momento y lugar. Tanto su personalidad, con sus antecedentes, diagnóstico y pronóstico, como sus pautas de conducta y capacidad de reacción, exigen un fino análisis que a veces no queda más remedio que basarlo en sutilezas y gestos del querulante, y en testimonios dispersos, parciales, pocas veces bien artículados, y casi nunca documentados.
Una de las clasificaciones más aceptadas científicamente también desde una perspeciva forense, es la CIE-10, última revisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según puede verse en www.psicomed.com CIE-10 describe un rango de patologías que podemos relacionar con el perfil del denunciante falso, así:
F60-F62 Trastornos de la personalidad y del comportamiento del adulto
Incluye diversas alteraciones y modos de comportamiento que tienen relevancia clínica por sí mismos, que tienden a ser persistentes y son la expresión de un estilo de vida y de la manera característica que el individuo tiene de relacionarse consigo mismo y con los demás. Algunas de estas alteraciones y modos de comportamiento aparecen en estadios precoces del desarrollo del individuo, como resultado tanto de factores constitucionales como de experiencias vividas, mientras que otros se adquieren más tarde a lo largo de la vida.
De las patologías descritas por CIE-10 consideramos dos especialmente adecuadas para identificar y perfilar al falso denunciante como paranoide y disocial, tanto por su querulancia activa, como por su amoralidad, intentando obligar a los demás a respetar unas normas legales que él mismo no respeta. En muchos casos, el falso denunciante es perfectamente capaz de denunciar falsamente los delitos que él mismo comete, incluso hasta llegar al temible pero bien conocido síndrome del "bombero pirómano".
Las psicopatías y sociopatías características del falso denunciante no sólo se definen por sus incompatibilidades excluyentes. El paranoide no delira, sino que "conspira contra supuestas conspiraciones", y el sociópata no es emotivo, sino que permanece impasible ante el daño causado que él mismo nunca soportaría. La intolerancia, entendida como todo aquello que el indeseable se permite a sí mismo, pero no permite a los demás, es lo opuesto a la tolerancia, como aquello que no nos permitimos a nosotros mismos, pero que aceptamos, o al menos "toleramos", si lo hacen otros, pese a que no nos agrade.
Estas dos patologías, con su intolerancia, enmarcan de alguna manera al falso denunciante, generalmente dotado de una gran inteligencia orientada a la perversión, por lo que nunca conviene despreciar o ignorar su malicia, y es aconsejable hacerle frente con decisión y contundencia, sin concesiones de ningún tipo, hasta conseguir una confesión documentable a efectos legales, y un reconocimiento expreso hasta la satisfacción de los perjudicados, porque por lo general, el falso denunciante interpreta como una victoria cualquier gesto del denunciado, o cualquier diligencia del instructor.
Esta mayor inteligencia suele servir para perfeccionar su "solipsismo probatorio" en el muy intencionado sentido de crear y cerrar círculos indemostrables, buscando deliberadamente dejar al denunciado ante un cúmulo de pruebas diabólicas de hechos negativos en procesos inquisitoriales mientras se cultiva el apoyo de la autoridad judicial y policial.
En términos puramente clínicos, la clasificación CIE-10 define los dos tipos que mejor enmarcan la personalidad y la conducta del falso denunciante, así:
F60.0 Trastorno paranoide de la personalidad
Es un trastorno de personalidad caracterizado por:
a) Sensibilidad excesiva a los contratiempos y desaires.
b) Incapacidad para perdonar agravios o perjuicios y predisposición a rencores persistentes.
c) Suspicacia y tendencia generalizada a distorsionar las experiencias propias interpretando las manifestaciones neutrales o amistosas de los demás como hostiles o despectivas.
d) Sentido combativo y tenaz de los propios derechos al margen de la realidad.
e) Predisposición a los celos patológicos.
f) Predisposición a sentirse excesivamente importante, puesta de manifestado por una actitud autorreferencial constante.
g) Preocupación por "conspiraciones" sin fundamento de acontecimientos del entorno inmediato o del mundo en general.
Incluye:
Personalidad expansiva.
Personalidad paranoide.
Personalidad sensitiva paranoide.
Personalidad querulante.
Trastorno expansivo de la personalidad.
Trastorno sensitivo paranoide de la personalidad.
Trastorno querulante de la personalidad.
Excluye:
Esquizofrenia (F20.-).
Trastorno de ideas delirantes (F22.-).
F60.2 Trastorno disocial de la personalidad
Se trata de un trastorno de personalidad que, normalmente, llama la atención debido a la gran disparidad entre las normas sociales prevalecientes y su comportamiento; está caracterizado por:
a) Cruel despreocupación por los sentimientos de los demás y falta de capacidad de empatia.
b) Actitud marcada y persistente de irresponsabilidad y despreocupación por las normas, reglas y obligaciones sociales.
c) Incapacidad para mantener relaciones personales duraderas.
d) Muy baja tolerancia a la frustración o bajo umbral para descargas de agresividad, dando incluso lugar a un comportamiento violento.
e) Incapacidad para sentir culpa y para aprender de la experiencia, en particular del castigo.
f) Marcada predisposición a culpar a los demás o a ofrecer racionalizaciones verosímiles del comportamiento conflictivo.
Puede presentarse también irritabilidad persistente. La presencia de un trastorno disocial durante la infancia y adolescencia puede apoyar el diagnóstico, aunque no tiene por qué haberse presentado siempre.
Incluye:
Trastorno de personalidad sociopática.
Trastorno de personalidad amoral.
Trastorno de personalidad asocial.
Trastorno de personalidad antisocial.
Trastorno de personalidad psicopática.
Excluye:
Trastornos disocíales (F91.-).
Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad (F60.3).
Otra clasificación de interés es la D.S.M.-III, que establece tres grupos entre los trastornos específicos de la personalidad atribuible al denunciante falso:
a) es en el que se incluyen los extraños o los excéntricos; paranoides, esquizoides y esquizotípicos
b) los teatrales, emotivos y volubles; antisocial, límite, histriónico y narcisista
c) los que parecen ansiosos y temerosos: evitación, dependencia, y obsesivos-compulsivos
Considerando algunos detalles de perfil y conducta que ofrece D.S.M. III, en ciertos casos, las denuncias falsas pueden encuadrarse en el "juego patológico" como un "trastorno del control de los impulsos" no clasificado en otros apartados, porque si buscan con afán la notoriedad, inmediatamente dan la máxima difusión a su alcance a la denuncia.
El Dr. José Antonio García-Andrade, en "Psiquiatría Criminal y Forense" sostiene que "el psicópata fanático es aquel que tiene unas ideas sobrevaloradas, que ejercen una acción tiránica sobre el campo de la conciencia, por su permanencia y gran carga afectiva, de tal manera que muchas veces no sabemos en presencia de quien estamos: si ante un idealista apasionado que por sus ideales es capaz de sacrificar su vida o su porvenir; en presencia de un fanático que tiene unas ideas sobrevaloradas; o bien ante un paranoico con su vivencia delirante, puesto que en ocasiones es muy difícil establecer las fronteras entre unos y otros".

Según el Dr. García-Andrade, las falsas denuncias por violación tienen un triple origen: el chantaje económico, la venganza y la fantasía histérica. Pero las falsas denuncias de otros tipos de delitos distintos de los sexuales, especialmente en los denunciados por varones adultos con ciertos estudios, pueden tener también un más cierto afán de notoriedad, tanto para el querulante muy consciente de la falsedad de su denuncia, como en el delirante mesiánico que alimenta su error con proselitismo.
Si no no fueran tan serias y peligrosas las imputaciones penales de las denuncias falsas, el mejor antídoto contra el veneno psicológico y sociológico del querulante sería el humor. Un buen chiste enfurece al paranoide hasta dejarlo en evidencia. Una broma bien medida puede ser la mejor prueba de que nos encontramos ante un enfermo mental con perversas intenciones policiales y judiciales.
En nuestra opinión, desde una perspectiva criminológica, se aprecia el llamado "efecto drácula" en la mayoría de los querulantes porque suelen haber sido a su vez denunciados anteriormente, siendo muy interesantes los detalles y la historia de las experiencias que ha tenido el denunciante falso con la Justicia y la policía, porque el descubrimiento del arma que para él supone una la oficina de denuncias suele iniciarse desde el otro lado, cuando el querulante ha experimentado por sí mismo la intranquilidad y las molestias de una imputación criminal.
Muchos querulantes se derruman sólo ante la pregunta ¿es la primera vez que Vd. denuncia algo así?, porque saben perfectamente que tirando de ese hilo argumental acabarán completamente desacreditados. También es un punto psicológicamente débil en los falsos denunciantes la envidia patológica que sienten por los méritos, la reputación o alguna de las posesiones de la víctima.

También existen denunciantes falsos con auténticos complejos de inferioridad hacia el denunciado falsamente. A veces se tarda más en que un juez descubra que el denunciante es tonto y torpe, incapaz de disimular su envidia, de lo que tardaría en percatarse de que se trata de un inteligentísimo querulante profesional. Las personas con más éxito tienen un prudente temor hacia cualquier signo de envidia, porque saben que pueden acabar difamadas, o incluso denunciadas. Los mitómanos llegan a denunciar con una falsedad que raya en el delirio, pero no por ello dejan de ser peligrosos. A veces la admiración y el afecto se transforman rápidamente en infundios, calumnias y denuncias.
Tampoco es inusual que los denunciantes no sean personas físicas, sino jurídicas, porque hay empresas y asociaciones que declaran no tener ánimo de lucro, cuya principal actividad, y su mayor fuente de ingresos, está directamente relacionada con los pleitos. En la práctica, algunos querulantes exitosos llegan a consolidar una auténtica organización empresarial o asociación tras la cual orientan sus denuncias hacia quien más rentable pueda ser para sus perversos fines. Muchos periodistas especializados en información económica, empresarial o financiera conocen bien a los informadores chantajistas que callan en público mucho más de lo que dicen saber en privado para obtener muy variados tipos de compensaciones. Pero los que mejor conocen esta realidad son los financieros que han cometido algún error, o que sin haberlo cometido, han sido el objetivo de alguien capaz incluso de generar pruebas falsas y de utilizarlas incluso en otro país.
Por todo ello, los antecedentes policiales y judiciales del denunciante, tanto se es un particular, como si es una empresa, que un imputado y más aún un procesado puede exigir en una ratificación de la denuncia, y por otros procedimientos más burocratizados y  a veces hasta oscurantistas, facilitan el análisis y la evidencia de la malicia o el error, sin perjuicio de que puedan entremezclarse intencionadamente en ciertos casos, como también es posible que eventualmente se unan contra la víctima los maliciosos, con los ignorantes.
Las relaciones profesionales, sociales e institucionales del denunciante falseador
Muchas de las denuncias falsas tienen como objetivo adquirir o mantener una posición, y una negativa, o un despido, pueden provocar diversos tipos de denuncias. Pero prestando más atención a las denuncias falsas premeditadas que a las espontáneas por reacción, es decir, a las que tienen más intención extorsionadora, se aprecian ciertas tendencias a la relación amistosa con funcionarios de la Administración de Justicia y con los miembros de las Fuerzas de Seguridad. En muchos juzgados, comisarías y cuarteles o dependencias de la Guardia Civil se conoce bien a más de un querulantes, siendo particularmente peligrosos los que consiguen establecer vínculos afectivos o de interés porque posteriormente no dudarán en utilizarlos para reforzar el proceso inquisitivo de alguna de sus denuncias falsas. Es decir, que buscan una cierta recomendación para aumentar la credibilidad de su persona y de su forma de denunciar aumentando con ello las dificultades de defensa de sus víctimas.
El falso denunciante critica la ineficiencia de los juzgados al mismo tiempo que la convierte en su cómplice, incluso provocándola u obstruyéndola, según le convenga en cada caso. Sabe perfectamente que los procedimientos abreviados duran muchos meses abiertos incluso en los casos en los que resulta más evidente la inocencia del imputado, y el perjuicio a su imagen que se le causa mientras el procedimiento esté abierto, y aún después. El querulante sigue de cerca cuantas diligencias ordena el juez instructor incluso si no tiene ningún derecho a ello, siendo escandalosa su superioridad e inmediatez para conseguir cualquier información judicial mucho antes que su denunciado. Aprovecha la general ignorancia de los derechos que asisten a cualquier imputado, y la pereza y comodidad de los funcionarios, porque si su denunciado los ejerciera con eficacia, en poco tiempo se conocerían las "hazañas" del denunciante falso y cualquier complicidad que pueda tener con funcionarios de la Administración de Justicia, policías, guardias civiles o peritos. Son especialmente graves las connivencias entre querulantes y cónsules o funcionarios de embajadas, porque las denuncias a distancia resultan mucho más difíciles de neutralizar, y su daño pronto es irreversible.
Los funcionarios no pueden, o al menos no deben, contribuir a la perversión de las denuncias falsas. Si lo hacen, deben ser también conscientes de que, como mínimo, corren el riesgo de que se les abra un expediente, y como máximo, pueden ser acusados, e incluso condenados, por prevaricación. Es bastante conocida una sentencia que ha condenado por prevaricación a un juez, y a pesar de los indultos gubernamentales, sigue apartado de la carrera judicial. Nadie más que él puede saber con total seguridad lo que hizo, y en base a qué conocimiento o ignorancia actuó en cada momento, mientras que los estudiosos y los peritos sólo podemos investigar sus exteriorizaciones, buscando y analizando cualquier tipo de prueba, por indirecta y sutil que ésta sea.
Algunas profesiones liberales, además de la de periodista, son especialmente criminógenas en el sentido de que producen con más frecuencia falsos denunciantes. Entre ellos pueden encontrarse ciertos tipos de detectives e investigadores privados, guardias jurados o vigilantes, y colaboradores eventuales con la Administración de Justicia (peritos sin otro oficio conocido, procuradores sin buenos clientes y especialmente sus "sabihondos" oficiales sin título, administrativos de gestorías, auditorías o despachos de abogados tienen a veces la tentación de inventarse un caso del que presumir intentando beneficiarse de múltiples maneras a costa del denunciado falsamente).
Los peores, los más perversos y más inteligentes denunciantes, son capaces de convertir, casi irreversiblemente, a un buen abogado en una mala persona. De hecho, son los querulantes los que más amargan a los buenos juristas hasta llegar a confundirles haciéndoles creer que el Derecho es, antes que ninguna otra cosa, lo que a ellos les conviene en dada momento.
Son, precisamente, los mejores profesionales los que antes y mejor detectan al querulante y sus patologías. La experiencia y la madurez permiten apreciar las diferencias y las convergencias entre los planos de los hechos, y el del derecho, entre los que el querulante se mueve según su propia conveniencia, aludiendo a hechos y derechos que siempre le favorecen, e ignorando deliberadamente los que podrían exculpar a la víctima si ésta no encuentra al profesional capacitado y dispuesto a hacer el esfuerzo de dar el beneficio de la duda al denunciado falsamente.
Los responsables de los "turnos de oficio" de cualquier Colegio de Abogados conocen bien los casos y los puntos, personas, intereses o lugares de acumulación con las tendencias más acusadas del fenómeno, pero no es fácil encontrar expertos entre los letrados, y menos sin tener que pagar una sustanciosa provisión de fondos. Sí que es posible, y lamentablemente muy frecuente, verse más enredado aún al consultar a los servicios de Asistencia Jurídica, porque no se debe olvidar que el "letrado de oficio" no es siempre completamente gratuito, y hay quien se ha llevado la desagradable sorpresa de que, sólo por aceptar a un letrado de oficio, ha tenido que pagar su minuta al no serle concedida la "justicia gratuita". La asistencia letrada es un derecho, no una obligación, y por lo tanto, el imputado, si está seguro y bien asesorado, puede prescindir de ella sin que ello suponga renunciar a ningún otro derecho. Es posible que el denunciado "primerizo" desconozca estos aspectos que suele dominar y utilizar con mucha mayor habilidad y fino sentido de la oportunidad el denunciante falso, que acaba convirtiéndose en un estudioso tanto de la no siempre bien llamada "justicia gratuita", como de muchos otros resortes judiciales y policiales hasta poder practicar impunemente su maliciosa perversión.

La experiencia demuestra que los abogados cómplices de un denunciante falso acaban por pagar ellos mismos su error porque no resulta difícil iniciar un tormentoso procedimiento ante su "comisión de deontología" y ésa suele ser la práctica del querulante que considera que ha provisionado demasiado por algo que él mismo sabe hacer mejor. A la larga, la pieza que más le gusta cazar a un querulante ambicioso es un abogado, y cuanto más prestigio tenga, mucho mejor. Sin embargo, las víctimas de las denuncias falsas, o de las querellas más fraudulentas, dudan y vacilan demasiado antes de poner en conocimiento del Colegio de Abogados los excesos, y las mentiras, del abogado cómplice del denunciante falso. Afortunadamente, hay muchos letrados capaces de ser críticos no sólo con los querulantes, sino también con los compañeros que siguen el juego a un querulante, porque aunque resulta difícil disuadir a un querulante, es bastante más fácil que su abogado comprenda bien lo que ocurre y el daño que injustamente se le está haciendo a la víctima de una denuncia falsa. Un buen abogado sabe cómo evitar ser cómplice de un querulante sin comprometer su responsabilidad profesional, porque la ética de los letrados les faculta para llegar muy lejos en la defensa de un inocente, pero les obliga poco para ayudar a un querulante que trata de convertirles en su fusil de francotirador por medio de acusaciones particulares maliciosas.
La víctima de una denuncia falsa realmente necesita consejo profesional de un buen abogado, no sólo para que le asista en el juzgado, sino también fuera de él, tranquilizando y dando la seguridad, al menos jurídica, de que no se puede condenar a un inocente, y haciendo todo lo posible para que la instrucción del procedimiento le compense las molestias. Hay dos indicadores de la calidad del buen abogado, y el primero, que ya se ha explicado, pretende conseguir la prueba da la conciencia y dolo de la falsedad de denunciante por cualquiera de sus exteriorizaciones del conocimiento de tal falsadad o la omisión deliberada de cualquier dato o hecho exculpatorio para su cliente. La segunda trata de conseguir la compensación de la víctima, incluyendo en ella su minuta, porque los abogados realmente buenos a la larga, y los mejores también a la corta, suelen salir muy baratos a quienes les contratan, al conseguir una ejemplar condena en costas.

De la falsedad femenina , mujeres falsas y http://www.cita.es/falsas

Desde que en 2001 esta página (que inicialmente no tuvo como propósito referirse a las denuncias falsas en el ámbito familiar, sino en el económico y tecnológico) empezó a recibir visitas y los lectores contaron al autor muchas historias estremecedoras, la experiencia acumulada demuestra que hay una falsedad de género que nadie parece dispuesto a investigar criminológica y victimológicamente. La nueva ley contra la violencia de género previsiblemente posibilitará la institucionalización de organizaciones que se lucrarán de la criminalización del hombre, aunque en muchos casos, esa criminalización no proporcione ninguna satisfacción ni beneficio a la mujer. Lamentablemente, hay quien manipula a las víctimas en perjuicio de las víctimas manipuladas, y también de las víctimas en general. Una denuncia falsa de una mujer que pretende destruir a su pareja acaba por ser perjudicial para todas las mujeres que sí han sido maltratadas. Respecto a los abusos de niños denunciados por mujeres, los especialistas están encontrando ciertas pautas de conducta inaceptables tanto entre las denunciantes, como entre otros especialistas sin escrúpulos ni rigor profesional. En este sentido, merece la pena leer detenidamente el trabajo del magistrado Adolfo Pérez Carretero sobre el  maltrato infantil en http://www.cita.es/maltrato
Las denuncias falsas presentadas por mujeres representan una criminalidad oculta, e institucionalmente ocultada, que sólo con una inteligente organización de las víctimas puede ser investigada. Un primer apunte se encuentra en el trabajo publicado sobre la  falsedad femenina , mujeres falsas y http://www.cita.es/falsas

Sobre las víctimas de  denuncias falsas y su asistencia técnica . Colaboraciones.

Nota Importante: Hemos profesionalizado los servicios que prestamos a denunciados. Ofrecemos dictámenes periciales mediante mentirología y mentiroscopia. Recomendamos ver http://www.cita.es/mentiroscopia
Aunque nadie, absolutamente nadie, está a salvo de las  denuncias falsas , lo cierto es que los denunciantes más perversos seleccionan cuidadosamente a sus víctimas de manera que ésta no pueda defenderse ni devolver la acusación planteando prueba del conocimiento del propio denunciante de su falsedad. La victimología demuestra que existen perfiles de riesgo en todos los crímenes, y las denuncias falsas no sólo no son una excepción, sino justo lo contrario, porque la víctima puede y debe preguntarse ¿qué hecho yo para merecer esto? y también ¿qué hubiera podido yo hacer para evitarlo? y sobre todo ¿qué puedo hacer yo de ahora en adelante para resolverlo eficazmente?
El profesor Elías Neuman, en su tratado "Victimología. El rol de la víctima en los delitos convencionales y no convencionales" define al "atormentador atormentado" y considera que "hay situaciones en que se anuda de tal modo la pareja penal que no llega a visualizarse claramente, desde el punto de vista estrictamente victimológico, quién es el verdadero autor del homicidio y quién lo es simbólicamente o, más precisamente, quién es en realidad la víctima ". Evidentemente, en el caso de las denuncias falsas, hay un plano aparente de delincuente y víctima, y otro real, en el que el anterior delincuente es la auténtica víctima, y la anterior víctima acaba por descubirse como auténtico delincuente.
Ni el dinero, ni el poder, ni la fama ni la cultura sirven para mucho contra una bien calculada denuncia falsa . En muchos casos, dinero, poder, fama o cultura son, precisamente, las razones que animan al denunciante a tratar de perjudicar a la víctima que no sólo no puede utilizarlos para defenderse, sino que actúan como alimentadores excitantes de la prensa  canallesca y de la plebe, definida en su peor y más morboso sentido que procede de la Roma circense.
El querulante no busca el juicio justo, sino el linchamiento o la extorsión más injusta, y por lo tanto le convienen las víctimas con posiciones frágiles y el barullo con rápidos desenlaces, mucho más que el orden en el que la víctima pueda tener alguna oportunidad de convencer, porque por muy hábil que sea el querulante, siempre albergará alguna duda subre sus propios planes, que irá aumentando con el tiempo y el análisis frío.
Cuando la víctima se decide a hacer frente al querulante, y no comete demasiados errores, su victoria material y moral llega a ser plenamente satisfactoria. Si la casualidad o la inteligencia tenaz consigue que dos víctimas de un mismo querulante se encuentren e intercambien información sobre sus experiencias, el querulante está perdido.
Por todo ello es muy recomendable que las víctimas de las denuncias falsas se relacionen entre sí, porque nadie mejor que ellas puede comprender su situación y proporcionar soluciones, entre las cuales conviene tener abierta la posibilidad de que otra víctima que se encuentre fuera del alcance de las perversiones del querulante se ponga en contacto para conseguir su desestimiento sin hacer ninguna concesión. Este punto es muy importante, porque cualquier concesión al querulante, por pequeña que sea, será considerada como una victoria y, además, puede que algún día se vengue de la misma víctima que tuvo demasiada prisa por olvidarse de la denuncia falsa. Es mejor esperar y apretar un poco más, antes de ceder a cualquier tipo de extorsión, y más aún si procede de un querulante.
Por último, no parece necesario que el autor de este trabajo confiese cómo se implicó en la lucha contra las denuncias falsas, pero ¡¡¡afortunadamente!!! nada impide hacerlo, y creo que es conveniente terminar con algunas introspecciones y una retrospectiva de mi historia personal como denunciado.
He sido denunciado 5 veces. La primera, en 1987, fue una estupidez "casi familiar" sin ninguna prueba de la que me enteré sólo por la comunicación que recibí del juzgado del archivo "por falta de pruebas". Lamenté no haber tenido la oportunidad de ejercer mis derechos como imputado, porque como digo, ni siquiera fui llamado a declarar. Nunca quise volver a hablar con quien me puso esa denuncia, ni con quienes le acompañaron o le apoyaron de alguna manera. Creo que ese era el castigo que merecían, porque parece que se arrepintieron bastante. Yo sólo vovería a tratar a los que todavía viven si escriben lo que ellos saben mejor que nadie. El que murió sinceramente espero que ya haya salido del purgatorio, porque creo que en los últimos años de su vida él mismo sufrió tanto como hizo sufrir a otros, o por lo menos, creo que sufrió un poco más de lo que me hizo sufrir a mí. Su denuncia sólo fue una anécdota de nuestras malas relaciones, y en cierto modo, yo se la agradecí porque con ella quedaban claras sus intenciones y sus simulaciones de cariño y protección que él de alguna manera quería que yo le reconociese. Su denuncia me liberó de todo ello, con lo que descansé más y mejor emocional y afectivamente.
La segunda, en 1998, fue una acusación de apropiación indebida denunciada por un indeseable que me dio varios vídeos publicitarios para que se los entregase a quien yo quisiera, y el mismo día en que presentó su incalificable denuncia se puso a llamar a todas las personas que me conocían cuyo teléfono él fue capaz de conseguir. Pronto averigüé que ya había hecho varias operaciones como la que me estaba perjudicando, y me preparé con un abogado el juicio de faltas al que él no compareció. Confieso tener un poco de mala conciencia porque no quise darle todo lo que se merecía. Los vídeos están a la disposición de quien quiera conocer los detalles de esta denuncia realizada por un aspirante a perito judicial que presumía de ser ingeniero cuando lo cierto era que había solicitado el acceso a la universidad para mayores de 25 años, lo que demuestra una mentira profesional que, lamentablemente, no era la única, ni la más peligrosa, porque sigue ofreciendo vídeos de reconstrucciones de accidentes con la ayuda de funerarios con los que se ha asociado. Es difícil imaginar un negocio más adecuado para un extorsionador profesional.
La tercera, por la que recibí un exhorto procedente de un  Juzgado de Instrucción de Huelva sigue en un procedimiento "abreviado" que me ha dejado imputado todo este verano del 2001 (la pereza, o la mala intención del juzgado instructor me hizo creer que se mantenía la imputación porque ni siquiera se molestaron en comunicarme el sobreseimiento y archivo de tan perversa denuncia, tal vez porque no quisieran que yo pudiera ejercer mis derechos como denunciado con evidente falsedad). Como ocurrió con la anterior, la imputación de este (mal) perito de Huelva me ha servido para distinguir a algunos buenos amigos de otros que se estaban arrimando a mí por algunos intereses inconfesables (para ellos). Lo cierto es que un perito que trabaja en Huelva y Sevilla (¡qué casualidad!), me acusó de presunto  descubirmiento y revelación de secretos por haber accedido a su ordenador personal en el que tiene muchas tasaciones judiciales. Las 4 páginas de la denuncia y mi respuesta al exhorto en 3 páginas están a la disposición de todo el que tenga interés en pruebas diabólicas de hechos negativos en informática y telemática. Nunca le agradeceré lo bastante al  denunciante todo lo que me ha hecho estudiar para demostrar que él sí que sabía que la denuncia era falsa , y que existen técnicas y normas, incluso en el Consejo General del Poder Judicial, que me permiten disfrutar del desagravio explorando el conocimiento legal y criminológico, y practicando con las herramientas periciales, que ahora puedo poner a disposición de la víctima de denuncias falsas que más las necesite. En ciertos aspectos, el perito denunciante falso de Huelva me ha planteado un desafío intelectual, y me alegro de haberlo aceptado, aunque haya supuesto una prolongada imputación por un juzgado de instrucción de Huelva, no muy rápido ni muy sagaz que digamos (he aprendido a solicitar eficazmente el expediente por el que se le han de requerir los antecedentes del perito denunciante en ese juzgado, y el testimonio de cualquier relación que haya permitido a ese individuo el conocer más del procedimiento de lo que sería justo, porque si bien nada impide a un perito tramitar una  denuncia en un juzgado , sí que es muy incorrecto que aproveche sus relaciones personales y profesionales para intentar hacer más creíble, y más dañina, su denuncia falsa ).
Tanto Vicente Burgos González como Liliana Bircz Minian  están invitados a presentar todas las querellas que quieran porque salvo por orden judicial, no voy a quitar esta página de aquí. Si fueran funcionarios, como el torpe  fiscal-jefe de la Audiencia Provincial de Huelva Francisco Ontiveros Valera o el juez mal instructor de cuyo nombre prefiero no acordarme, quisieran presentar denuncia o querella, estaré encantado de hacerles frente mediante el artículo 810 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal por el que podré ejercer el derecho a probar que no saben distinguir una denuncia falsa, y tal vez, también que conocen demasiado al querulante  Vicente Burgos González  .
La cuarta, y también la quinta, tienen como protagonistas al poder judicial, su corporativismo, y su morosidad al no pagar peritajes realizados para juzgados cuyos titulares se creen con derecho a todo y ninguna obligación respecto al perito que ellos mismos nombran. Lo que me pregunto es por qué se llevan tan bien esos jueces con otros peritos a los que sí que facilitan el cobro de sus honorarios, mucho mayores y menos justificados que los míos. Tal vez algún día pueda conocerse con detalle y exactitud la economía pericial, pero mientras, recomiendo investigar a ciertos jueces, y a ciertos fiscales, que participan en ciertos actos para ciertos peritos, mientras dejan deudas con otros, como yo. Guste o no guste, y aunque alguien vuelva a denunciarme, opinio que en Arganda del Rey la Administración de Justicia es indecente en lo que a la pericia judicial que he conocido, pero sospecho que no solamente en ese aspecto, porque ¿qué podemos esperar cuando guardias municipales muy bien pagados, y muy próximos a los juzgados, hurtan ordenadores y pretenden que las peritaciones se hagan gratis? El alcalde de Arganda del Rey también sabe, o debería saber, lo que ocurre con sus propios guardias municipales, y con sus propios ordenadores, pero no parece que quiera hablar de ello, al menos conmigo, que fui nobrado perito por un juzgado, precisamente para investigar y tasar el perjuicio de este  delito policial .

Desde hace varios años me dedico a la prueba pericial, especialmente en nuevas tecnologías (informática y comunicaciones), así como en minería, aguas (hidrología forense) y medio ambiente, sin abandonar una vocación criminológica y criminalística que me ha llevado a investigar nuevas técnicas de policía científica. Soy plenamente consciente de la potencial conflictividad que conlleva la responsabilidad pericial, y de los riesgos que asumimos los peritos de ser no sólo recusados, sino falsamente acusados con el más débil pretexto. Por lo tanto, probablemente me lleguen más y peores denuncias falsas, así que creo que, si quiero sobrevivir como "ingeniero forense ", debo estar preparado para ello. Afortunadamente, he tenido el honor y el privilegio de tratar con excelentes abogados que me han enseñado a estar seguro de las pruebas, y a desmontar pronto y eficazmente las  acusaciones falsas con las peores pruebas diabólicas de hechos negativos mediante técnicas periciales muy rigurosas . En este sentido, trabajo en un proyecto a largo plazo sobre peritación de peritaciones, o metaperitología, que puede verse en  http://www.cita.es/metaperitar

Actualmente me interesan las pruebas periciales transnacionales, porque el mayor desafío que concibo para un experto es defender una causa tecnológicamente muy compleja en otro país. Desde hace tiempo presto asistencia a presos (preventivos) y detenidos españoles en el extranjero con problemas de prueba pericial, y entre ellos he encontrado varios casos de denuncias falsas . Incluso cuando un preso es culpable de ciertos cargos, creo que debería de tener mejores medios periciales para defenderse de otros de los que efectivamente es inocente, pero le resulta muy difícil denunciarlo, con mayor dificultad aún si se encuentra en un país cuyo idioma no domina.
Cuando un profesional estudia la problemática de las  denuncias falsas pronto descubre que existen muchos más recursos legales y técnicos de los que se utilizan en la mayoría de los casos en los que se quiere olvidar demasiado pronto el incidente. Todo lo que se podría hacer y no se hace contra los querulantes aumenta su prosperidad y el riesgo jurídico para las siguientes víctimas, de manera que el contagio de las perversiones es fácil y rápido, como el vampirismo del "efecto Drácula" o las perversiones sofistas, mientras que su control y defensa es más difícil, pero también más meritorio, estimulante y grato, como la filosofía de Sócrates frente a la acusación de Meleto, en  http://www.cita.es/imputado
Es también difícil explicar la íntima satisfacción que produce probar pericialmente la inocencia de un acusado y la culpabilidad de un querulante. Y más aún lo es cuando el acusador tiene cómplices periciales cuyas falacias pueden ser desmontados, y sus mendacidades probadas, mediante lo que se propone en  http://www.cita.es/metaperitar
Y eso es lo que intento, pero sin obsesiones ni delirios, y con bastante más humor del que me he permitido aquí, como podrán comprobar personalmente quienes quieran confiarme sus propias experiencias como denunciados o querellados, porque además de la prueba pericial que sirva de mejor base a su defensa legal, si está a mi alcance, procuro reírme, y hacer que las víctimas se rían, de los querulantes paranoides. Es, precisamente, lo que menos soportan los paranoides, pero también es la risa sana lo que más necesitarían para humanizarse.
Quiero terminar con la misma frase que empezamos: TRABAJO TODAVÍA INCOMPLETO (se agradecerán sugerencias, referencias y correcciones legales) invitando a visitar también:
Convocatoria en  http://www.cita.es/denunciados
Proyecto de ESTATUTOS en  http://www.cita.es/denunciados/asociados
Sobre la acusación de Sócrates  http://www.cita.es/imputado
Sobre las técnicas periciales y sus normas  http://www.cita.es/criminalista
y navegar por lo penal y para exculpar en http://www.cita.es/para/probar
Muy especialmente, recomendamos preparar la más rigurosa refutación de las argumentaciones de un querulante, y de sus cómplices testigos o peritos, mediante lo expuesto en  http://www.cita.es/metaperitar
Un ejemplo de denuncia falsa en http://www.cita.es/denuncia/falsa
Algunas referencias en PRENSA sobre DENUNCIAS FALSAS

Se han seleccionado aquí tres grupos de noticias de diferentes medios de información sobre las que puede comentarse en el contexto de las denuncias falsas que:
1. DIARIO DE JERÉZ informa de lo que más perjudica a las compañias de seguros, más relacionado con la simulación interesada de delitos inexistentes, que con la acusación falsa con una víctima perjudicada por la denuncia. Las aseguradoras saben defenderse bastante bien porque conseguen la colaboración sistemática de la policía, el cruce de datos, y el desarrollo de técnicas especializadas, actuación pronta, precisa y tenaz de sus asesores jurídicos. Algo de lo que las víctimas de las denuncias falsas tendrían que aprender.
2.- EL MUNDO DE CATALUNYA informa de las denuncias falsas de un subastero contra magistrados, jueces y fiscales, por las que finalmente fue condenado. Evidentemente, los profesionales de la justicia también saben cómo defenderse de las denuncias falsas, acusando y consiguiendo la condena del querulante. También habría que aprender de ellos para asesorar cada vez mejor a las vícitmas de denuncias falsas.
3.- Un policía en La Rioja es acusado y condenado por denuncias falsas. El mayor riesgo se produce cuando el policía induce a un denunciante a actuar maliciosamente, lo que resulta muy difícil de probar, aunque siempre merece la pena intentarlo para ponérselo más difícil la próxima vez que denuncie con falsedad.
Estas son las noticias íntegras, completas y literales:
DIARIO DE JERÉZ, 1 DE JUNIO DE 2003
Sigue y no para la avalancha de falsas denuncias
- La Policía Local forma a sus agentes en los juicios rápidos

J.P.
La avalancha de detenidos por casos de denuncia falsa o simulación de delito no cesa en la comisaría de Jerez. Investigadores de un grupo de la policía judicial instruían ayer un nuevo caso de presunta simulación del cual no se proporcionaron más datos ya que el detenido no ha sido puesto todavía a disposición de la autoridad judicial. El ciudadano arrestado contó con la necesaria asistencia legal de un abogado de oficio.
Al mismo tiempo la comisaría notificó ayer oficialmente la detención de otra mujer por inventarse presuntamente un 'tirón' para justificar que le habían robado el bolso en una caseta de Feria. Este periódico ya había destacado el caso. La comisaría señaló que investigadores del MIP número 3 practicaron la detención de Ana María G.R., de 27 años y sin antecedentes policiales, que enmascaró con una falsa denuncia que había perdido, o hurtado, el bolso en una caseta. La joven fabuló supuestamente que un joven le había arrebatado el bolso de un 'tirón' en la avenida de Puertas del Sur. Los investigadores sospecharon por las contradicciones en las que incurrió la denunciante y por no tener lesiones.
DIARIO DE JERÉZ, 16 DE JUNIO DE 2003
El robo del bien vestido
Las claves policiales para investigar las falsas denuncias para estafar a las aseguradoras
- Valore usted qué daño le han causado Escasas consecuencias legales Y ampliaciones de denuncias de género tonto

José Padilla.
Clase media, buena presencia. Mal aconsejado por algún amigo que les dicen que la "Policía no se va enterar". El ciudadano presenta una denuncia formal en la comisaría ya que una simple póliza de hogar cubre el robo del bolso, su contenido y, de paso, se ahorra el dinero para renovar los documentos. Y una póliza para un piso de 75 metros cuadrados tan sólo cuesta entre los 90 y 100 euros al año. Casi veinte personas han sido detenidas durante las últimas semanas por simulación de delito y quedan algunos casos pendientes. La mayoría de los detenidos carecían de antecedentes policiales y ahora se ven inmersos en un procedimiento legal que puede acabar en su condena.
"La pena no es muy elevada (explica la abogada Inmaculada Gilabert) pues son entre seis y doce meses de multa o arresto sustitutorio". Más, como dicen varios investigadores policiales, es la cara , avergonzada, que se le queda a uno cuando se 'derrotan' y cuentan que fue una fabulación. "Hay mujeres que se han echado a llorar cuando se les ha dicho que se les ha detenido. Dicen que una amiga le aconsejó, que ayer le salió bien el truco y se ganó 50 mil pesetas, o 300 euros". El trago es todavía peor cuando le leen los derechos y le toman las huellas dactilares como cualquier otro detenido. El hecho que la pena a imponer al presunto, en caso de ser condenado, sea baja y la falta de antecedentes penales hace que nadie quede privado en libertad, pero sí fichado y con su póliza anulada.
Las denuncias falsas han aumentado después de la Feria. Hecho lógico para justificar en casa desembolsos excesivos o que realmente pudieron sufrir un hurto, aunque se han dado casos tan pintorescos como un 'lazarillo' de un cuponero de la Once que denunció un robo para tapar que se ha gastado el dinero y no dárselo a su empleador o un anciano de 75 años y con múltiples antecedentes policiales que se quedó sin dinero para pagar la pensión en que se aloja.
Policías señalan que otro caso muy habitual es simular el robo del coche para tapar accidentes de tráfico, donde se han causado daños a otros bienes, como a otros vehículos o farolas. Este tipo de denuncias es fácil de investigar ya que el pícaro denunciante no suele caer en que su coche no presenta los evidentes síntomas de robo.
Las simulaciones, sin embargo, se vienen produciendo desde hace años, señalan fuentes de compañías aseguradoras La Policía comenzó a darles más importancia al notar un incremento de los casos, la imposibilidad técnica de que se produjeran tantos atracos callejeros cuando los 'especialistas' están en prisión o un mayor celo en la investigación. También se reconoce que otros casos no se han esclarecido ante la falta de indicios sólidos.
Policías que han llevado varios casos de simulación de delito indican que el caso ya es sospechoso de primeras cuando el dinero supuestamente robado roza siempre la mágica cifra de los 300 euros (la cobertura máxima), que el teléfono móvil o las gafas de sol perdidas sean siempre de las mejores marcas o incluso graduadas (hubo un caso) cuando la persona denunciante no tenía ningún defecto visual o contradicciones tan flagrantes como denunciar que le robaron el bolso en el mercadillo cuando no lo hubo. Otras fuentes señalan que se guarda una buena relación con las firmas aseguradoras, y más si los casos son de estafas graves, aunque no se descarta que algún que otro corredor desaprensivo, porque de todo hay en la viña del señor, haya podido ser cómplice del intento de fraude "porque en el fondo lo que él va a cobrar la tramitación de la póliza y trabaja con muchas compañías a la vez". Las compañías son remisas a proporcionar datos ante la enorme competencia que hay en el sector y, en este caso,en las pólizas de hogar no se cruzan datos como se hace con los vehículos. Las mismas fuentes del sector señalan que "hay gente que vive prácticamente de los seguros. Al no cruzarse los datos el chorizo va de una compañía a otra inventándose fraudes y sólo cae cuando ya es un delito".Ver la competencia en el sector es una cosa tan fácil como ver sólo los anuncios o visitar a un corredor, que le puede desplegar todo un abanico de fertas.
Especialmente delicado es cuando las denuncias ocultan graves problemas personales como la adicción al juego. El caso de la pobre señora que se inventa un robo porque se ha gastado el dinero en el bingo es claramente verídico. Fuentes de Servicios Sociales señalan que no se ha intervenido en atender a personas que han pasado por el trago de ser detenidos por falsa denuncia durante estos meses, pero sí hay conocimiento de estas adicciones. Hasta ahora no se han descubierto fraudesd graves. Las cantidades no superan habitualmente los 300 euros. En Jerez sí s produjo hace varios años la detención de un empresario, que contaba ya con antecedentes policiales, por simular un importante robo en su empresa. "Pero son gotas de agua", reconocen policías y empleados de compañías.
Las aseguradoras sufren los mayores quebrantos económicos con los accidentes de tráfico. Las elevadas indemnizaciones por daños corporales tras sentencia judicial ha provocado que los precios de los seguros se disparen, especialmente las motos. También los hurtos y robos falsos de teléfonos móviles han sido una auténtica pesadilla para la Policía aunque próximas reformas legales y acuerdos entre las operadoras pueden acabar con el negocio de sustituir los aparatos por la cara.
EL MUNDO, EDICIÓN CATALUNYA,  21 DE SEPTIEMBRE DE 2002

 JUDICIAL / ACUSO A MENA Y VILLAREJO
Piden prisión para el subastero Royuela por acosar a jueces y fiscales
El ultraderechista irá a juicio imputado por falsas denuncias y falsificación de firma
CAROL ALVAREZ
BARCELONA.- El cazador cazado. Alberto Royuela, el conocido subastero ultraderechista que hace un tiempo que presenta denuncias ante diferentes instancias contra jueces, magistrados y fiscales ahora ha de afrontar una grave imputación por acusación y denuncia falsa, así como por falsificación de firma.
El Fiscal solicita provisionalmente tres años de cárcel para Royuela y el titular del juzgado de instrucción número 32 de Barcelona ya ha dictado el auto de apertura de juicio oral ante un juzgado penal de la ciudad que aún no ha sido determinado.
En su escrito, la Fiscalía también presenta acusación contra un investigador que presuntamente colaboró con Royuela en algunos de los delitos, Juan Martínez.
La acusación recoge en sus conclusiones que el subastero presentó sistemáticamente acusaciones y denuncias falsas, a sabiendas de que no correspondían a la realidad, contra el Fiscal Jefe de Cataluña José María Mena, el Fiscal Jefe de la Fiscalía Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo y algunos jueces y magistrados de la ciudad de Barcelona, como la titular del Juzgado de Instrucción número 26 de Barcelona y un magistrado de un tribunal de la Audiencia de Barcelona.
Royuela acusó a Villarejo y a Mena de delitos como omisión de perseguir delitos y negociaciones prohibidas, y por el fuero especial que conlleva el cargo que ostentan su denuncia fue a parar al Tribunal Supremo, quien la desestimó de plano. De hecho, el alto tribunal español acordó que las acusaciones no estaban avaladas por ninguna prueba y no tenían ningún fundamento, así que tras desestimar la acusación, decidió deducir testimonio contra Royuela por si sus acciones eran merecedoras de reproche penal.
La juez de instrucción también denunciada había investigado un procedimiento penal contra el subastero por falsificación, y un magistrado de la Audiencia objeto también de las acusaciones de Royuela le enjuició y condenó por falsificación en 1999.
Al parecer, Royuela presentó ante la Fiscalía numerosos informes y documentos sobre jueces, magistrados y fiscales, cuentas corrientes y supuestos manuscritos de personalidades del mundo judicial, con su firma y todo.
En una de las ocasiones, según fuentes de la investigación, habría llegado a falsificar la firma del delegado en Barcelona de la Fiscalía Anticorrupción Carlos Ramos para obtener datos bancarios de personales del Fiscal Jefe de Cataluña. Una vez conseguido este propósito, Royuela habría hecho un ingreso dinerario de cinco mil pesetas con el fin de dar apariencia a una posterior denuncia por soborno que se demostró que era totalmente incierta.
Otras de las presuntas falsedades consistían en rellenar folios en los que había fotocopiado la firma original de diferentes jueces y fiscales, con la intención de atribuirles su autoría en el momento de presentar la acusación contra ellos.
En sus conclusiones provisionales, la Fiscalía pide que se efectúe, como prueba preconstituida, una exploración de tipo psiquiátrico del subastero para determinar si sufre algún tipo de patología psíquica que pudiera afectar a sus facultades. La prueba pericial se deberá practicar antes de la próxima celebración del juicio oral, y sus resultados se expondrán en la vista oral, según explicaron fuentes judiciales.
Royuela cumplió una condena de dos años de cárcel por falsificar la firma de una mujer fallecida en un documento privado de reconocimiento de deuda con la intención de estafar más de 50 millones de pesetas ante un juzgado civil. El Tribunal Supremo desestimó el recurso de apelación que el subastero presentó, disconforme con la sentencia condenatoria, y confirmó su responsabilidad penal.
EL MUNDO, EDICIÓN CATALUNYA,  29 DE JULIO DE 2003
Condenan por falsas denuncias a jueces y fiscales al subastero Royuela

BARCELONA.- El subastero gerundense Alberto Royuela ha sido condenado por el juzgado de lo penal número 19 de Barcelona a un año y medio de cárcel por haber promovido una campaña de falsas acusaciones de corrupción contra varios jueces y fiscales, entre ellos el fiscal jefe de Cataluña, José María Mena, y ex fiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo.

En la sentencia condenatoria de la magistrada del juzgado de lo penal número 19 de Barcelona, se condena a Royuela a 18 meses de prisión y a pagar una multa de unos 13.000 euros, mientras que a Juan Martínez Grassa, periodista y colaborador suyo, se le condena a seis meses de cárcel y se le impone una multa de más de 1.000 euros, informa Efe.
Entre 2000 y 2001, Alberto Royuela presentó varias denuncias en las que acusaba a destacados jueces y fiscales de haber recibido dinero en forma de sobornos, unas acusaciones que según la magistrada fueron lanzadas con el «doble propósito de desvirtuar el correcto funcionamiento de la Administración de Justicia» y de «mancillar el honor» de las personas a las que señalaba como corruptos y a los que el condenado profesa «un odio visceral».
La Rioja www.larioja.com 10 de julio de 2003
Dos años de prisión para un policía de Arnedo por poner denuncias falsas
La Audiencia Provincial condena al agente local a ocho mes de inhabilitación y a 300 euros de multa
El fallo aprecia que el acusado «trastocó la realidad»
La Audiencia Provincial de Logroño ha condenado a dos años de cárcel, ocho meses de inhabilitación y 300 euros de multa a un policía local de Arnedo por un delito de falsedad en documento oficial, ya que impuso varias denuncias falsas entre febrero y mayo del año 2000. La sentencia considera probado que el agente, que actualmente tiene 45 años, aprovechando su condición de Policía Local impuso varias denuncias falsas. El 13 de febrero del año 2000 puso una multa por importe de 96 euros por una infracción grave a un turismo Mitsubishi Carisma, por ir marcha atrás en una calle arnedana en la que podía haber evitado la maniobra.
EUROPA PRESS./LOGROÑO
El agente de Arnedo, en el banquillo de acusados durante el juicio. / JUSTO RODRÍGUEZ

El 13 de febrero del 2000 puso una multa de 96 euros a un Carisma, por ir marcha atrás en una calle arnedana. El vehículo se encontraba en el Seminario de Logroño.
La segunda multa fue el 28 de febrero a un Chamade, nuevamente por ir marcha atrás. El coche estaba en esa calle y, ante la duda, el fallo resuelve a favor del acusado.
El 9 de marzo, el policía denunció a un Seat Toledo por estacionar sobre una acera cuando se encontraba en la fábrica donde trabaja su propietario.
El 14 de mayo puso dos a un mismo vehículo: la primera por circular por el Paseo de la Constitución sin llevar luz de cruce y otra por no presentar el certificado del seguro obligatorio. El coche no estaba allí.
Sin embargo, en esa fecha y a la hora de la multa, el vehículo se encontraba en las dependencias del seminario de Logroño. La segunda multa la impuso días después, el 28 de febrero, a un Renault 19 Chamade también por una falta grave y con un importe de 96 euros, nuevamente por circular marcha atrás «pudiendo evitarlo» en la Avenida de Numancia.
El vehículo se encontraba en esa calle ese día «aunque no se ha determinado si efectuó la maniobra descrita en la denuncia», por lo que ante las dudas de lo que realmente ocurrió, la sentencia resuelve, en este caso, a favor del acusado, siguiendo el principio jurídico de 'in dubio pro reo'. El 9 de marzo, el policía local volvió a extender un boletín de denuncia injustificada a un Seat Toledo (que en esos momentos se encontraba en la fábrica de la Sociedad de Alimentos Congelados de La Rioja donde trabaja su propietario) por encontrase estacionado encima de una acera. En este caso la infracción era leve, con 36 euros de multa.
Hasta el 14 de mayo no se volvieron a repetir las denuncias falsas. En esta jornada, impuso dos a un mismo vehículo: la primera, una infracción grave, por circular por el Paseo de la Constitución sin llevar conectado el alumbrado de cruce y otra por no presentar el certificado del seguro obligatorio. Hizo constar además que el conductor se negaba a firmar las denuncias. Pero ha quedado probado que el turismo denunciado no se encontraba en la citada calle. Las denuncias fueron recurridas o paralizadas al iniciarse el procedimiento penal.
El tribunal considera probados estos hechos tras las declaraciones prestadas por los testigos. Los hechos constituyen un delito de falsedad en documento oficial cometido por un funcionario público. Atendiendo a la jurisprudencia, la sentencia señala que la falsificación documental «ataca la fe pública y, en último término, la confianza que la sociedad tiene depositada en el valor probatorio de los documentos cuya autenticidad y seguridad se trata de proteger». En este caso, las multas son documentos que el funcionario extiende en abuso de sus funciones. La inveracidad afecta a elementos esenciales del documento, dándole relevancia penal. Se da también la ficción o simulación de lo ocurrido, la falsedad de la narración, que el agente plasmaba en las denuncias. El acusado «actuaba con conciencia y voluntad de trastocar la realidad, alterando de forma intencionada la verdad».
Dado el carácter de delito continuado correspondería la pena de cuatro años y seis meses. Sin embargo, teniendo en cuenta la atenuante de análoga significación por dilación indebida (en casos en los que el conflicto creado por la infracción de la norma se ha solucionado en parte al margen de la pena, por lo que ésta deja ya, al menos parcialmente, de ser necesaria), se le imponen dos años de cárcel, así como la multa de 300 euros y la inhabilitación por 8 meses.

Carta abierta a la decana de los Juzgados de Barcelona en http://www.cita.es/denuncias/falsas/decana
Noticias publicadas sobre la  Decana de los Juzgados de Barcelona y Denuncias Falsas
EL PAIS Pág. 34  Viernes, 28/05/2004
ANA PANTALEONI 

La juez decana de Barcelona alerta del posible abuso en las denuncias sobre violencia doméstica   
  Las afirmaciones de la magistrada desatan la polémica entre las asociaciones de mujeres

Barcelona
El número de denuncias por violencia doméstica se triplicó en Barcelona en 2003: los juzgados abrieron 2.016 diligencias, mientras que el año anterior fueron 609. Durante la presentación de las cifras, la nueva juez decana de Barcelona, Maria Sanahuja, advirtió de que da 'la sensación de que algunas personas usan la fase de instrucción para tener mejor situación en la separación y se está abusando de las denuncias en los juzgados'. Esta afirmación desató el inmediato rechazo de las asociaciones de mujeres maltratadas. Jueces para la Democracia apoyó a Sanahuja.
Las palabras de la decana cayeron como un jarro de agua fría en las asociaciones de mujeres. Tanto la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas de Cataluña como la Asociación de Asistencia a Mujeres Agredidas Sexualmente exigieron ayer una 'inmediata rectificación pública' a la decana de los jueces de Barcelona por sus afirmaciones durante la presentación de la Memoria Anual de los Juzgados de Barcelona de 2003. Ambas asociaciones afirman que 'no pueden aceptar como válido un comentario que se basa en impresiones sobre denuncias oportunistas y no se corrobora con sentencias por denuncias falsas'.
La portavoz de Jueces para la Democracia en Cataluña, Luisa María Prieto, afirmó: 'Una de cada cuatro órdenes de protección que se solicitan por violencia doméstica no es admitida porque no se justifica. Existen casos en los que [estas denuncias] son sólo un instrumento que pretende ser utilizado en un proceso de familia. Es normal que siempre que hay una medida legislativa nueva haya problemas de interpretación en su aplicación'. Prieto añadió: 'Es lógico que sea el juez el que valore si la denuncia está o no justificada. Hace falta un proceso civil mucho más ágil para resolver los conflictos que se generan en la familia'.
El fuerte aumento del número de denuncias por violencia doméstica se explica por la mayor información que reciben las víctimas. Pero, según la juez decana de Barcelona, también en algunos casos 'da la sensación de que se utiliza la jurisdicción penal. Hoy es muy difícil que un juez al que le piden una orden de alejamiento no la conceda. Los abogados han de tomar conciencia de que no pueden recomendar rápidamente que sus clientes vayan a denunciar su caso ante los tribunales'. Según Sanahuja, en estas situaciones 'la responsabilidad es de todos, aunque a veces sólo se mire a los jueces. Esto está provocando una justicia defensiva que no es buena para solucionar el problema'. Sanahuja denunció ayer que los jueces sufren una presión mediática y social muy fuerte en este terreno.
Sanahuja, elegida en enero en sustitución de Joaquín Bayo, argumentó que para defender a una mujer víctima de malos tratos son necesarios ocho policías. 'Evidentemente, hay que dar protección a las personas que están en situación de riesgo, pero no se puede proteger si la cosa se dispara y allí acude todo el mundo. Hay que determinar si se está produciendo un uso abusivo e informar de que esto puede tener consecuencias. Los abusos son inevitables, pero hay que establecer mecanismos de control', afirmó.
La abogada experta en malos tratos María José Varela calificó de 'especialmente graves' las declaraciones, ya implican 'duda de las mujeres denunciantes'. Gerard Thomas, presidente de la Sección Novena de la Audiencia de Barcelona, consideró que las afirmaciones de Sanahuja son 'un mal análisis de las denuncias'
Las asociaciones de mujeres aseguran que 'los estudios realizados evidencian que se denuncia menos del 10% de la realidad, por lo que el incremento de los asuntos penales en este apartado no supone un dato contradictorio, sino que es presublimente la consecuencia de las campañas que animan a las víctimas a denunciar'.
El Instituto Catalán de la Mujer, que depende de la Generalitat, aseguró en un comunicado que 'confía' en la palabra de las mujeres que presentan denuncias por malos tratos: 'Sabemos para estas mujeres supone un calvario iniciar procesos judiciales'. Un portavoz del decanato se limitó a ratificar las afirmaciones de Sanahuja y rehusó hacer más comentarios.
EUROPA PRESS Viernes, 28/05/2004 El  Observatorio contra la Violencia de Doméstica dice que no hay  estudios que deduzcan que haya denuncias falsas   
La presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, Monstserrat Comas, señaló hoy a través de un comunicado que no existen datos objetivos ni estudios de los que se puedan deducir que se están interponiendo en los Juzgados españoles denuncias falsas por casos de malos tratos.
Comas, que también es vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), respondía de este modo a la polémica suscitada por las declaraciones de la juez decana de Barcelona, Maria Sanahuja, quien ha alertado del 'abuso' que a su juicio se puede estar dando en las denuncias por malos tratos, que han experimentado un fuerte incremento durante el último año.
Según la presidenta del Observatorio, es positivo que se haya producido un incremento del número de denuncias por violencia doméstica en España "porque ello significa que las mujeres maltratadas están saliendo del anonimato de su invisibilidad y del círculo de la violencia en el que se encuentran, ejercitando sus derechos a la dignidad y a la libertad".
 Además, Comas resaltó el hecho de que se hayan presentado en toda España alrededor de 10.000 peticiones de órdenes de protección, desde agosto de 2003 hasta la fecha, y que se hayan concedido un 76 por ciento del total. A su juicio, esto demuestra "que los jueces resuelven con independencia y sin presiones cuando la denuncia carece de incicios probatorios suficientes".
Asimismo, afirmó que desde el CGPJ se valora muy positivamente la actividad de los jueces y magistrados en la tutela y protección de los derechos de las víctimas de vilencia doméstica y de género, y agregó que "dicha protección se está realizando respetando los derechos constitucionales de los denunciados".
Finalmente, Comas recordó que el CGPJ, a través del Observatorio contra la Violencia, "reitera nuevamente su compromiso por la erradicación de la violencia que se ejerce en el ámbito familiar y, en particular, contra las mujeres".
EL PAIS Pág. 30  Sabado, 29/05/2004
JOSÉ ANTONIO HERNÁNDEZ 
Los jueces de Madrid también detectan abusos en denuncias de maltrato   
El Poder Judicial afirma que faltan datos  
Madrid
Los jueces de instrucción de Madrid (los que investigan los delitos) también han detectado 'casos' de uso indebido de peticiones de medidas de protección frente al maltrato en el ámbito familiar. Así lo indicaron ayer en un comunicado. Este pronunciamiento se ha efectuado un día después de que la juez decana de Barcelona, Maria Sanahuja, alertase contra los 'abusos' en las denuncias por malos tratos, cuyo número se triplicó en esa ciudad en 2003. También afirmó que se que se habían detectado denuncias 'falsas o infladas'.
Tales manifestaciones han provocado reacciones airadas de distintas asociaciones de mujeres. En la polémica también terció ayer el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que no comparte las opiniones de la juez y argumenta que faltan datos que permitan afirmar que se presentan denuncias falsas.
Los jueces madrileños afirman que su experiencia tras la puesta en marcha de la orden de protección (una nueva herramienta que permite al juez dictar medidas civiles y penales cautelares en 72 horas tras recibir una denuncia), 'ha permitido detectar casos de utilización indebida de este mecanismo'. Ello 'desnaturaliza la finalidad de esta medida cautelar, en perjuicio de las verdaderas víctimas de la violencia doméstica', según el comunicado.
Fuentes de los juzgados de instrucción de Madrid señalaron que 'ciertamente' se detectan 'algunas' denuncias por violencia doméstica que son fruto de 'triquiñuelas' de abogados para lograr una posición favorable de uno de los cónyuges en el proceso de separación. 'Hay despachos de abogados que, conscientes de la lentitud de los juzgados de familia
[algunos tardan hasta 10 meses en citar a las parejas que quieren separarse de forma contenciosa] y de la rapidez con que se actúa por la vía penal en estos temas, desvían a sus clientes al juzgado de guardia y les aconsejan que pidan una medida de protección', señalaron. 'Así consiguen que su cliente salga del juzgado con una resolución judicial que luego le puede reportar una ventaja ante el juez de familia en el proceso de separación. Pero eso sólo pasa en una parte de los casos. En la mayoría está totalmente fundamentada la petición de la orden de protección', apostillaron.
Desde que entró en vigor la orden de protección, en agosto pasado, los jueces madrileños han concedido el 70% de las solicitudes. 'Es obvio que, pese a la sensibilidad que existe sobre este tema, las que se deniegan carecen de toda fundamentación', añadieron las fuentes judiciales citadas.
El portavoz del Consejo General del Poder Judicial, Enrique López, salió ayer al paso de las afirmaciones de la juez decana de Barcelona. 'No se puede compartir la opinión
en tanto en cuanto puede suponer un desánimo para que las mujeres denuncien', dijo a Efe. López añadió que las afirmaciones de esa responsable no pueden dar pie a un reproche disciplinario.
La Red de Organizaciones Feministas había pedido al órgano de gobierno de los jueces que abriera un expediente a la decana por haber imputado a las mujeres 'delitos o faltas como son la denuncia falsa sin que exista la menor prueba de ello' .
Derecho a la dignidad
Por su parte, la presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica del CGPJ, Montserrat Comas, señaló en un comunicado que la protección a las víctimas se realiza 'respetando los derechos constitucionales de los denunciados'. A su juicio, el 'positivo' incremento de las denuncias 'significa que las mujeres maltratadas están saliendo del círculo de violencia en que se encuentran y ejercitando su derecho a la dignidad y a la libertad'.
Comas añadió que hasta ahora se han solicitado 10.000 órdenes de protección y se ha concedido el 76%. Esto 'demuestra que los jueces resuelven con independencia y sin presiones cuando la denuncia carece de indicios probatorios suficientes'. 'Asimismo, no existen datos objetivos ni estudios de los que se puedan deducir que se están interponiendo denuncias falsas', puntualizó.
La secretaria general para las Políticas de Igualdad, Soledad Murillo, también rechazó el planteamiento de Sanahuja. Afirmó que pensar que las mujeres tienen intención de poder vadear los mecanismos de la justicia, no es 'prudente' ni responde al análisis 'sosegado' de los datos sobre las órdenes de protección, informa Efe. Puntualizó que la proporción de solicitudes rechazadas demuestra que 'existen mecanismos judiciales que filtran las denuncias fundamentadas'.
Murillo añadió que, dado el elevado número de víctimas mortales por la violencia doméstica, un plantamiento como el de la juez decana de Barcelona 'puede tener efectos negativos'. 'Pensar que hay abusos en las denuncias es imprudente y ligero, y lesiona la imagen de las propias organizaciones judiciales', agregó.

EL MUNDO   Viernes, 11/06/2004
Autor: ENRIQUE FIGUEREDO 
Un juzgado catalán procesará a Alfredo Sáenz por falsa denuncia La magistrada considera que hay «indicios de responsabilidad criminal» atribuibles al banquero en un caso relacionado con deudores de Banesto   
BARCELONA.- Sólo un trámite separa al consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, del banquillo de los acusados. La titular del juzgado de Instrucción número 20 de Barcelona, Eva Moltó, considera que existen «indicios de responsabilidad criminal» atribuibles al banquero en un delito de acusación y denuncia falsa, cuyas supuestas víctimas fueron un grupo de deudores de Banesto, del que Sáenz era presidente en el momento de los hechos.
El auto de la juez Moltó es el último antes de que la Fiscalía y los perjudicados formulen sus acusaciones y las penas que solicitarán para Sáenz y los otros tres acusados, entre los que se encuentra el que era director general de Banesto, José Angel Merodio. La lista de imputados que se enfrentarán a las peticiones de la acusación son Miguel Angel Calama y el abogado Rafael Jiménez de Parga, redactor de la querella considerada falsa por la Fiscalía y objeto del sumario.
El delito de acusación y denuncia falsa puede acarrear una pena de hasta dos años de prisión.
La querella que originó la instrucción del presente caso se presentó el 26 de julio de 1994. En ella, Banesto acusaba de alzamiento de bienes y estafa a Pedro Olabarría, Luis Fernando Romero, José Ignacio Romero y Modesto González. La entidad bancaria entendía que los denunciados adeudaban 600 millones de pesetas al banco, que éste quería recuperar cuanto antes. Los querellados negaron las acusaciones desde el principio, así como el supuesto acuerdo esgrimido por el denunciante de que éstos responderían con su patrimonio personal y no con el de las sociedades deudoras.
La querella de Banesto llegó a manos del entonces juez en ejercicio Lluís Pascual Estevill -actualmente condenado por delito fiscal-, que se encontraba sustituyendo al titular del juzgado de Instrucción número 10, Ramón Macià, que estaba de vacaciones. Estevill decretó medidas cautelares contra Olabarría y Romero. Los denunciantes llegaron, incluso, a ampliar la querella inicialmente presentada, lo que motivó la imputación de González.
Sin embargo, Macià, el juez titular del juzgado en el que había recaído la querella, tras reincorporarse a su puesto y transcurridos unos dos meses, archivó la causa. La Audiencia de Barcelona, más tarde, confirmó la decisión del juzgado de Instrucción.
El caso, inicialmente, pasó a formar parte del llamado Estevill -el paquete de actuaciones que se seguían y se siguen contra este ex juez-, pero al final la investigación quedó segregada del cuerpo principal. Fue en el momento en que Estevill dejó de figurar como imputado en el procedimiento. Hoy se encuentra en él sólo en calidad de testigo.
La instrucción del sumario en el que se imputa a Sáenz el delito de acusación y denuncia falsa ha concluido. La juez Moltó, con su escrito, rechaza los intentos del consejero delegado del Santander y de los otros tres imputados de que se archive la causa contra ellos. Sí estima la juez, sin embargo, causas suficientes de archivo para el que estuviera también implicado en el sumario Carlos Ruiz Rodríguez.
La magistrada señala, respecto a la intervención de Sáenz en lo investigado, que queda «acreditado su conocimiento del hecho de la presentación de la querella y, por cuanto aún conociendo la realidad de los hechos, siguiera los avatares del procedimiento penal no impidiendo su continuación». La juez entiende que Sáenz podría haber paralizado el proceso en el momento en que lo hubiera deseado «en función de la entidad del cargo que ostentaba». Reprocha al banquero, además, que «tolerase o amparase la presentación de escritos de ampliación de la querella y de las imputaciones iniciales».

EL PAIS Pág. 9  Domingo, 07/06/1998
Autor: XAVIER HORCAJO 
Jiménez de Parga, imputado en una querella del grupo Olabarría contra Banesto   
Barcelona El juez titular del Juzgado de Instrucción número 20 de Barcelona ha decidido imputar al abogado Rafael Jiménez de Parga en la querella interpuesta por un empresario del grupo Olabarría contra Banesto. La querella acusa a Banesto de haber presentado una falsa querella contra uno de los empresarios del llamado caso Olabarría.
Esta querella fue instruida por el ex juez Luis Pascual Estevill y produjo numerosas encarcelaciones; finalmente fue archivada en instancias superiores.
Conseguido el sobreseimiento, los empresarios Modesto González, Pedro Olabarría y Luis Fernando y José Ignacio Romero reclamaron contra Banesto y sus ejecutivos Alfredo Sáenz (presidente) y José Angel Merodio (director general) por entender que trataron de chantajearles para pagar unas deudas que no les correspondían utilizando al juez investigado ahora por un delito de cohecho. La reclamación de 1.500 millones de pesetas fue desestimada, pero siguió adelante la querella de uno de ellos contra el banco que les acusó. Los dos altos cargos de Banesto han prestado declaración como imputados ante el juzgado. Jiménez de Parga fue el abogado de Banesto.
Fuentes próximas a Jiménez de Parga -que se encuentra de viaje- confirmaron que prestará declaración el día 10 y afirmaron: 'Todo esto es un despropósito. El abogado no es responsable de la información que su cliente le da como base para la querella'. También explicaron que mantendrán puntualmente informado al Colegio de Abogados, porque 'esto afecta a algo esencial de la profesión'.
Nota: sobre este punto, estamos de acuerdo en que la denuncia falsa afecta a algo esencial de la profesión, pero eso no significa que puedan tolerarse las acusaciones falsas de las que el abogado es consciente hasta el punto de convertirse en cómplice. En este sentido, tenemos el máximo interés por cuanto se pueda conocer al respecto de la deontología de los abogados en relación a las querellas con falsedades y falacias interesadas.
DENUNCIAS FALSAS
EL DELITO DE FALSO TESTIMONIO
El testigo que se niegue a declarar incurrirá en la multa de 5.000 a 25.000 pesetas (su equivalente en €) que se impondrá en el acto. Si a pesar de esto persiste en su negativa, se procederá contra él como autor del delito de desobediencia grave a la Autoridad (art. 716 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, según redacción dada por ley 19/92, de 30 de abril).
El Código penal de 1995 (CP) tipifica en el art. 463.1, como delito contra la Administración de Justicia, la incomparecencia voluntaria, sin justa causa, ante un Juzgado o Tribunal en proceso criminal.
Por su parte el incumplimiento del deber de veracidad del testigo da lugar al delito de falso testimonio, castigado en el art. 458 CP en los términos siguientes:
1. El testigo que faltare a la verdad en su testimonio en causa judicial, será castigado con las penas de prisión de seis meses a dos años y multa de tres a seis meses.
2. Si el falso testimonio se diera en contra del reo en causa criminal por delito, las penas serán de prisión de uno a tres años y multa de seis a doce meses. Si a consecuencia del testimonio hubiera recaído sentencia condenatoria, se impondrán las penas superiores en grado.
3. Las mismas penas se impondrán si el falso testimonio tuviera lugar ante Tribunales Internacionales que, en virtud de Tratados debidamente ratificados conforme a la Constitución Española, ejerzan competencias derivadas de ella, o se realizara en España al declarar en virtud de comisión rogatoria remitida por un Tribunal extranjero.
El Falso testimonio se asemeja a los delitos contra la fe pública en general, de los que se diferencia por el hecho de que la alteración de la verdad se produce en el curso de un proceso judicial, por lo que claramente se atenta contra el correcto funcionamiento de la Administración de Justicia, al afectar a la pureza de la fase probatoria (MUÑOZ CONDE), con riesgo de que resulten injustas las resoluciones dictadas tomando en consideración tales elementos probatorios falsarios.
Sujetos activos pueden serlo los que intervienen en el proceso como testigos, peritos o intérpretes. Por consiguiente, se trata de un delito especial y de propia mano con las consecuencias conocidas en orden a la participación de terceros, los “extranei” (art. 65.3), así como en orden a la exclusión de la autoría mediata.
La conducta típicaconsiste en declarar o informar en contra de la verdad objetiva, con independencia de la percepción subjetiva del testigo, perito o intérprete. A la verdad se puede faltar tanto por acción (haciendo afirmaciones inciertas), como por omisión (silenciando datos relevantes en la causa). La declaración o el informe han de revestir apariencia de veracidad, es decir, debe resultar creíble e idóneo para engañar al Juez (GONZALEZ RUS), de donde se sigue que lo que desde el principio no resulta creíble por lo burdo de la mendacidad o la notoriedad del hecho, no afecta a la prueba ni integra el delito que se comenta. El delito se consuma con la actuación mendaz del sujeto activo, con independencia de la trascendencia probatoria de su intervención.
La STS de 21 de octubre de 2002 (Ponente Jiménez Villarejo) recoge un supuesto en el que unos policías declaran en la causa criminal que los acusados tenían cocaína en su poder y que se la ofrecieron a los primeros, lo que no era cierto ya que preparaban un cigarro de hachís y no le ofrecieron droga los acusados; declaraciones de los policías a sabiendas de su falsedad y con conocimiento de que podían perjudicar gravemente a los acusados. En relación con el artículo 458 CP, señala lo siguiente:
“El delito de falso testimonio definido en el art. 458 CP –que es el apreciado en la Sentencia recurrida– se comete cuando una persona llamada a prestarlo en causa judicial se aparta sustancialmente de la verdad tal como ésta se le representa, es decir, miente en lo que sabe y se le pregunta. Decir la verdad es un deber moral sin cuyo cumplimiento la vida social, basada en la confianza mutua, se hace harto difícil. No siempre, sin embargo, la mentira –acto inmoral– recibe una respuesta punitiva porque en una sociedad plural y libre sólo un reducido núcleo de la moral debe estar respaldado por la coacción penal, siendo éste seguramente uno de los más certeros indicadores del grado de libertad garantizado en cada grupo social a sus miembros. La reacción penal frente a la mentira sólo es admisible –y obligada– cuando ésta lesiona concretos bienes jurídicos, individuales o colectivos, cuya salvaguarda es indispensable para una sana y pacífica convivencia. Así, por ejemplo, faltar a la verdad en la declaración que se presta como testigo en un procedimiento judicial es delito porque el testimonio es uno de los medios de prueba sobre los que se puede basar la convicción del juzgador sobre los hechos que han de constitutir la premisa menor del silogismo judicial. Existe, pues, la posibilidad de que un testimonio falso, si induce a error al juez o tribunal ante el que se presta y es valorado como verdadero, provoque una resolución injusta, esto es, un pronunciamiento en que no se realice el valor superior de la justicia y se lesione un interés que debe ser protegido por el poder judicial. Esta es la razón fundamental por la que, en una sociedad democrática, el falso testimonio es tipificado como delito en la Ley penal. De acuerdo con esta «ratio», el CP 1995 ha prescindido de la casuística tipología que presidía la regulación del falso testimonio en los textos anteriores y distingue únicamente, en su art. 458, dos tipos delictivos según la importancia de los bienes jurídicos que pueden ser vulnerados como consecuencia de una alteración sustancial de la verdad en la declaración prestada por un testigo en causa judicial: el falso testimonio dado en contra del reo en causa criminal por delito –castigado con pena más severa en consideración a las privaciones o restricciones de derechos, incluso fundamentales, que podrían eventualmente derivarse de una condena provocada por la declaración falaz– y cualquier otro falso testimonio dado en causa judicial, que constituye el tipo básico. El tipo agravado, a su vez, figura en el apartado 2 del citado artículo acompañado de un subtipo aún más grave definido por la concurrencia de una condición objetiva de punibilidad: la de que, como consecuencia del testimonio, hubiera recaído sentencia condenatoria”.
La conducta ha de producirse en el seno de una causa judicial, expresión que comprende cualquier actuación jurisdiccional seguida en cualquiera de los órdenes penal, civil, laboral o contencioso – administrativo; ante la Jurisdicción ordinaria o la especial (militar) o bien ante los Tribunales consuetudinarios o el Jurado, en asuntos contenciosos o negocios de jurisdicción voluntaria. Se comprende la jurisdicción constitucional y dudosamente a la “jurisdicción contable”, que corresponde al Tribunal de Cuentas.
A efectos de perseguibilidad no es preciso cumplir ningún requisito de esta clase, significadamente la previa autorización del Juez o Tribunal de la causa, que, sin fundamento legal, venía exigiendo la jurisprudencia y que fue declarado inconstitucional por STC 99/1985, de 30 de abril.
Así lo ha declarado la SAP de Madrid de 21 de septiembre de 2000, que señala en relación con el delito de falso testimonio previsto en el art. 458 CP, lo siguiente:
“(...) El art 458.1 del C.P. sanciona al testigo que faltare a la verdad en su testimonio en causa judicial.
La acción de faltar a la verdad implica un dolo falsario, es decir la intención de narrar ante el tribunal algo distinto a lo que realmente acaeció, a sabiendas de la discordancia entre lo que se cuenta y lo acaecido. Es preciso, como en todos los delitos de falsedad, un dolo de alterar o mutar la verdad.
Por ello, no perpetra el delito quien equivocadamente narra un hecho discordante con la realidad, en la creencia de que era cierto o cuando su testimonio carece de certidumbre por error o cualquier otro motivo que pueda excluir dicho elemento intencional.
Para apreciar o no la existencia de este dolo falsario es preciso acudir no solo y estrictamente al testimonio vertido sino también a otros hechos periféricos a lo sucedido de los que pueda inferirse si existió ese deseo de faltar a la verdad o si solo se produjo un error en las manifestaciones efectuadas.
Así, por ejemplo, es claro que para determinar si la errónea identificación que hizo la víctima del delincuente que la atacó fue producto del error o del deseo consciente de faltar a la verdad, deberá acudirse a todos aquellos elementos que concurrieron hecho que permitan determinar que efectivamente existió interés o deseo de alterar la verdad.
Es, quizás, por este motivo y en la medida que es el Juez que preside la vista quién puede ser el más capacitado para valorar la existencia o no de dicha voluntad falsaria, al apreciar por su inmediatez con la prueba como se había referido el testimonio y ser conocedor de los elementos periféricos al mismo, por lo que la doctrina estableció el requisito de previa autorización  de  dicho  Juez  para  proceder,  requisito  hoy  acertadamente  declarado  inconstitucional”.
A tenor del art. 462 CP “quedará exento de pena el que, habiendo prestado un falso testimonio en causa criminal, se retracte en tiempo y forma, manifestando la verdad para que surta efecto antes de que se dicte sentencia en el proceso de que se trate. Si a consecuencia del falso testimonio, se hubiese producido la privación de libertad, se impondrán las penas correspondientes inferiores en grado”.
ACUSACIÓN Y DENUNCIA FALSAS Y SIMULACIÓN DE DELITOS
FALSA ACUSACIÓN 457
DERECHO  PENAL
LA ACUSACIÓN Y DENUNCIA FALSAS FUE REGULADA, COMO DELITO CONTRA LA FE PÚBLICA, POR EL CÓDIGO PENAL EN 1822, CRITERIO QUE SE MANTUVO EN LOS TEXTOS DE 1848, 1870 Y 1928. DESDE LA REFORMA DE 1932, PASÓ A INTEGRAR EL TÍTULO DEDICADO A LAS INFRACCIONES CONTRA LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA. LA SIMULACIÓN DE DELITOS FUE INCORPORADA A DICHO TÍTULO, COMO TIPO DE NUEVA CREACIÓN, POR LA REFORMA DE 1944. EL CÓDIGO VIGENTE HA REUNIDO AMBAS FIGURAS EN EL CAPÍTULO V DEL TÍTULO XX DE SU LIBRO II.
1. LA ACUSACIÓN Y DENUNCIA FALSAS ESTÁ REGULADA EN EL ARTÍCULO 456, PRECEPTO DEL QUE RESULTAN LOS DISTINTOS ELEMENTOS INTEGRANTES DE ESTE DELITO:
A) LA IMPUTACIÓN -ATRIBUCIÓN A ALGUIEN DE UNO O VARIOS HECHOS- DEBE SER PRECISA, CATEGÓRICA, CONCRETA Y POSITIVA, Y HA DE DIRIGIRSE CONTRA UNA PERSONA DETERMINADA, DISTINTA DEL IMPUTADOR. LA IMPUTACIÓN COMPRENDE CUALQUIER TIPO DE «ACUSACIÓN» O «DENUNCIA», ESTO ES, TODAS AQUELLAS FORMAS CON LAS QUE UNA PERSONA PONGA EN CONOCIMIENTO DE LA AUTORIDAD LA COMISIÓN DE UN HECHO DELICTIVO, IMPUTÁNDOSELO A OTRO SUJETO.
B) LA IMPUTACIÓN HA DE VERSAR SOBRE HECHOS QUE, DE SER CIERTOS, CONSTITUIRÍAN INFRACCIÓN PENAL, SIENDO INDIFERENTE, AL RESPECTO, QUE EL DELITO O LA FALTA SE REGULE EN EL CÓDIGO PENAL O EN LA LEGISLACIÓN ESPECIAL.
C) LA IMPUTACIÓN HA DE HACERSE ANTE FUNCIONARIO JUDICIAL O ADMINISTRATIVO QUE TENGA EL DEBER DE PROCEDER A LA AVERIGUACIÓN DE LOS HECHOS DENUNCIADOS.
D) POR ÚLTIMO LA IMPUTACIÓN HA DE REALIZARSE «CON CONOCIMIENTO DE LA FALSEDAD O TEMERARIO DESPRECIO HACIA LA VERDAD». A PARTIR DE AHORA NO PUEDE, POR TANTO, SOSTENERSE QUE LA ACUSACIÓN FALSA SEA UN DELITO INTENCIONAL O SUSTANCIALMENTE DOLOSO: CABE LA IMPRUDENCIA CUANDO LA IMPUTACIÓN SE LLEVA A CABO POR EL SUJETO «CON IMPERDONABLE LIGEREZA» O, COMO DICE EL PRECEPTO, CON TEMERARIO DESPRECIO A LA VERDAD.
LA PENA ES DE PRISIÓN (DE SEIS MESES A DOS AÑOS) Y MULTA (DE DOCE A VEINTICUATRO MESES), SI SE IMPUTASE UN DELITO GRAVE, O SÓLO MULTA (DE TRES A VEINTICUATRO MESES) CUANDO SE IMPUTARA UN DELITO MENOS GRAVE O UNA FALTA.
EL PÁRRAFO 2.º DEL ARTÍCULO 456 MANTIENE UNA TRADICIONAL CONDICIÓN OBJETIVA DE PROCEDIBILIDAD EN ESTE DELITO, AL ESTABLECER QUE «NO PODRÁ PROCEDERSE CONTRA EL DENUNCIANTE O ACUSADOR SINO TRAS SENTENCIA FIRME O AUTO, TAMBIÉN FIRME, DEL SOBRESEIMIENTO O ARCHIVO DEL JUEZ O TRIBUNAL QUE HAYA CONOCIDO DE LA INFRACCIÓN IMPUTADA». EL SOBRESEIMIENTO HA DE SER LIBRE O DEFINITIVO, YA QUE, AUNQUE, CIERTAMENTE, EL PRECEPTO NO DISTINGUE, TAL SOLUCIÓN ES LA QUE SE DERIVA DEL ARTÍCULO 638.3 DE LA LEY DE ENJUICIAMIENTO CRIMINAL.
AÑADE EL ARTÍCULO 456 QUE «ÉSTOS [EL JUEZ O TRIBUNAL QUE HAYA CONOCIDO DE LA INFRACCIÓN IMPUTADA] MANDARÁN PROCEDER DE OFICIO CONTRA EL DENUNCIANTE O ACUSADOR SIEMPRE QUE DE LA CAUSA PRINCIPAL RESULTEN INDICIOS BASTANTES DE LA FALSEDAD DE LA IMPUTACIÓN, SIN PERJUICIO DE QUE EL HECHO PUEDA TAMBIÉN PERSEGUIRSE PREVIA DENUNCIA DE OFENDIDO».
EL ÚLTIMO INCISO DEL PRECEPTO IMPIDE QUE TAL «ORDEN DE PROCEDER» CONTINÚE SIENDO -COMO OCURRÍA EN EL SISTEMA NORMATIVO ANTERIOR- UNA SEGUNDA CONDICIÓN OBJETIVA DE PERSEGUIBILIDAD, QUE COLOCABA AL PARTICULAR FALSAMENTE IMPUTADO EN UNA INTOLERABLE SITUACIÓN DE INDEFENSIÓN. AHORA EL -LÓGICO Y PERTINENTE- MANDATO AL JUZGADOR NO MERMA LAS POSIBILIDADES JURÍDICAS DEL OFENDIDO QUE, CONCLUSO QUE SEA EL PROCEDIMIENTO EN EL QUE RESULTÓ AFECTADO, PODRÁ, EN TODO CASO, FORMULAR LA CORRESPONDIENTE DENUNCIA CONTRA EL FALSO DENUNCIANTE O ACUSADOR.
2. LA SIMULACIÓN DE DELITOS SE ENCUENTRA REGULADA EN EL ARTÍCULO 457, SIENDO SUS ELEMENTOS TÍPICOS LOS SIGUIENTES:
A) EL SIMULAR SER RESPONSABLE O VÍCTIMA DE UNA INFRACCIÓN PENAL O EL DENUNCIAR UNA INEXISTENTE. TRES SON, PUES, LAS ACCIONES BÁSICAMENTE INCRIMINADAS:
A\') LA AUTOINCULPACIÓN, SIMULANDO SER RESPONSABLE DE UNA INFRACCIÓN PENAL. ES INDIFERENTE QUE EL DELITO O LA FALTA SE HAYA COMETIDO REALMENTE O NO. EN TODO CASO, EN ESTA MODALIDAD TÍPICA, LA AUSENCIA DE MOTIVOS SERÁ, NORMALMENTE, INDICIARIA DE UNA PERSONALIDAD PSICOPÁTICA, LO QUE OBLIGARÁ AL JUZGADOR A CERCIORARSE DE LA IMPUTABILIDAD REQUIRIENDO EL AUXILIO DE EXPERTOS.

B\') LA SIMULACIÓN, COMO VÍCTIMA, DE UN DELITO. DEBE TENERSE EN CUENTA, AL RESPECTO, QUE QUIEN SE FINGE VÍCTIMA DE UN DELITO, COMETIDO O NO, PUEDE HACERLO DE MODO TAL QUE LA INVESTIGACIÓN CONDUZCA A UNA PERSONA DETERMINADA. EN ESTE CASO LA CONDUCTA PODRÍA INTEGRAR EL DELITO DE ACUSACIÓN O DENUNCIA FALSA.
C\') LA DENUNCIA DE UNA INFRACCIÓN PENAL INEXISTENTE, SIN SIMULAR SER «RESPONSABLE» O «VÍCTIMA», CONDUCTA QUE RESULTABA ATÍPICA EN EL SISTEMA NORMATIVO ANTERIOR.
B) REALIZAR LA SIMULACIÓN O LA DENUNCIA «ANTE ALGUNO DE LOS FUNCIONARIOS SEÑALADOS EN EL ARTÍCULO 456», ESTO ES, ANTE FUNCIONARIO JUDICIAL O ADMINISTRATIVO QUE TENGA EL DEBER DE PROCEDER A LA AVERIGUACIÓN DE LA INFRACCIÓN SIMULADA O DENUNCIADA.
C) PROVOCAR, A CONSECUENCIA DE LA SIMULACIÓN O DENUNCIA, «ACTUACIONES PROCESALES». TALES ACTUACIONES SON EL RESULTADO DE ESTE DELITO, POR LO QUE, DE NO PRODUCIRSE, SÓLO CABRÍA LA FORMA IMPERFECTA DE EJECUCIÓN. SIGUE, POR TANTO, SIENDO VÁLIDA LA EXIGENCIA DOCTRINAL DE QUE LA SIMULACIÓN O LA DENUNCIA SEAN «IDÓNEAS» PARA PROVOCAR ALGUNA ACTUACIÓN PROCESAL.
LA PENA ES, EN TODO CASO, DE MULTA DE SEIS A DOCE MESES.
DEBE TENERSE EN CUENTA, POR ÚLTIMO, QUE EL ARTÍCULO 180 DEL CÓDIGO PENAL MILITAR ESTABLECE QUE QUIEN «SIMULARE ANTE AUTORIDAD COMPETENTE SER RESPONSABLE O VÍCTIMA DE UN DELITO ATRIBUIDO A LA JURISDICCIÓN MILITAR Y MOTIVARE UNA ACTUACIÓN PROCESAL DE ÉSTA, SERÁ CASTIGADO CON LA PENA DE TRES MESES Y UN DÍA A UN AÑO DE PRISIÓN».

Denunciar por injurias-calumnias o falso testimonio.
NECESITO UNA ORIENTACIÓN AL RESPECTO DE LO QUE LES EXPONGO.
ESTOY RECIÉN DIVORCIADO, HA SIDO BASTANTE COMPLICADO LLEGAR AL PUNTO DE OBTENER DICHO DIVORCIO, DENUNCIAS POR MALOS TRATOS, DENUNCIAS POR AMENAZAS... EN TODAS HE SIDO ABSUELTO.
PERO DE LAS QUE NECESITO ORIENTACIÓN ES EN DOS DENUNCIAS EN PARTICULAR. LA EMPLEADA DE HOGAR DE MI VIVIENDA (ACTUALMENTE VIVEN MIS HIJOS Y LA MADRE DE ELLOS) ME HA DENUNCIADO DOS VECES POR AMENAZAS.

1.- LA PRIMERA DICIENDO QUE UN DÍA EN PARTICULAR LLAMÉ A MI DOMICILIO Y ELLA PUDO ESCUCHAR COMO LE DECÍA A MI HIJO QUE ES LO QUE TENÍA QUE DECIR EN LA EXPLORACIÓN QUE EL JUEZ LE IBA A REALIZAR SEMANAS MÁS TARDE. ESE DÍA A ESA HORA ESTABA CENANDO CON MI ACTUAL PAREJA.
QUE ESA MISMA TARDE ME PERSONÉ EN LA VIVIENDA INTENTADO DIALOGAR CON MI HIJO PARA COACCIONARLE(PARTO DE LA BASE QUE NO TENGO ORDEN DE ALEJAMIENTO, PERO POR ESAS FECHAS SOLO PODÍA VER A MIS HIJOS EN UN PUNTO DE ENCUENTRO LOS SÁBADOS Y LOS DOMINGOS POR MI CUENTA DE 10 A 18 HRS) POR UNA DENUNCIA DE MALOS TRATOS SOBRE UNO DE MIS HIJOS DE LA CUAL HE SIDO ABSUELTO, PERO HE ESTADO UN AÑO SUFRIENDO LA LENTITUD DE LA JUSTICIA.
BUENO, ESE DÍA A LA HORA QUE SE SUPONE ME PERSONÉ EN EL DOMICILIO TENGO PRUEBA DE LOS FICHAJES DEL GIMNASIO DONDE VOY CASI A DIARIO, POR LO QUE ES IMPOSIBLE QUE ESTUVIESE EN LA CASA, ADEMÁS DE LA PRUEBA DE UN AMIGO QUE ESTABA CONMIGO EN EL GYM.

DE ESTA DENUNCIA HE SIDO ABSUELTO POR QUE MI HIJO DECLARÓ DELANTE DEL JUEZ QUE EN NINGÚN MOMENTO YO LE HABÍA COACCIONADO, PERO NO POR LA PRUEBA QUE LES PRESENTÉ, DETALLE DE LLAMADAS Y FICHAJE DEL GYM.

2.- T.B. ME ACABAN DE ABSOLVER DE UN JUCIO DE SUPUESTAS AMENAZAS. EN ELLA LA EMPLEADA DE HOGAR DECÍA QUE UN DÍA EN UN RANGO DE HORA DE UNA HORA HABÍA REALIZADO UNA LLAMADA AMENAZÁNDOLA PARA QUE NO DECLARASE EN UN JUICIO CIVIL (EN LA QUE ELLA NO ESTABA LLAMADA COMO TESTIGO... COSAS DE LA MADRE DE MIS HIJOS). SE ME HA ABSUELTO POR PRESENTAR PRUEBA DE DETALLE DE LLAMADAS TELEFÓNICAS EN LAS QUE SE COMPRUEBA QUE NO HE HECHO LLAMADAS A ESE NÚMERO EN ESAS FECHAS.

MI PREGUNTA ES, ¿DEBO DENUNCIARLA POR INJURIAS? ¿POR CALUMNIAS? ¿POR FALSO TESTIMONIO?
SABIENDO QUE EL ABOGADO DE MI EX, EL MISMO ABOGADO QUE LA HE REPRESENTADO, HA UTILIZADO ESTAS AMENAZAS EN EL PROCESO CIVIL DANDO A ENTENDER QUE SOY UNA PERSONA AGRESIVA PARA MIS HIJOS Y PARA LA MADRE?

EVIDENTEMENTE MI INTENCIÓN ES PEDIR DAÑOS Y PERJUICIOS MORALES Y ECONÓMICOS.

LO VEN VDS. FACTIBLE??

GRACIAS DE ANTEMANO POR LA AYUDA.
P.D.: SE ME OLVIDABA, A ESTA SEÑORA FUE HACE UNA SEMANA CUANDO LA VÍ POR PRIMERA VEZ, ME SEPARÉ HACE 4 AÑOS Y NUNCA LA HABÍA VISTO, AUNQUE ELLA DIJESE LO CONTRARIO EN JUICIO... UNA MENTIRA MÁS.
Art. 458.- Falso testimonio de testigo en causa judicial
El hecho de faltar a la verdad en el testimonio que se preste en un juicio constituye un elemento bastante para generar la acción típica de este delito. Y ésto es así porque, como recuerda la jurisprudencia, faltar a la verdad en la declaración que se presta como testigo en un procedimiento judicial es delito porque el testimonio es uno de los medios de prueba sobre los que se puede basar la convicción del juzgador sobre los hechos que han de constituir la premisa menor del silogismo judicial (...) un testimonio falso, si induce a error al Juez o Tribunal ante el que se presta y es valorado como verdadero, provoca una resolución injusta (...).
En los Comentarios al Código Penal,Andrés Palomo del Arco, Presidente de la Audiencia Provincial de Segovia, plantea algunas cuestiones interesantes que, de forma extractada, pasamos a exponer.
Artículo 458
1. El testigo que faltare a la verdad en su testimonio en causa judicial, será castigado con las penas de prisión de seis meses a dos años y multa de tres a seis meses.
2. Si el falso testimonio se diera en contra del reo en causa criminal por delito, las penas serán de prisión de uno a tres años y multa de seis a doce meses. Si a consecuencia del testimonio hubiera recaído sentencia condenatoria, se impondrán las penas superiores en grado.
3. Las mismas penas se impondrán si el falso testimonio tuviera lugar ante Tribunales Internacionales que, en virtud de Tratados debidamente ratificados conforme a la Constitución Española, ejerzan competencias derivadas de ella, o se realizara en España al declarar en virtud de comisión rogatoria remitida por un Tribunal extranjero.
Comentario al art. 458 (extracto)
ANDRÉS PALOMO DEL ARCO
§2. Tipo básico. Falso testimonio en causa judicial
a) Sujeto. Estamos ante un delito especial y propio, en tanto que solamente pueden cometerlo aquellos que sean testigos en causa judicial y los extranei pueden participar median te un acto de inducción, pero difícilmente mediante cooperación necesaria (SSTS 6-3-2006).
Consecuentemente, habrá que acudir a la normativa procesal de cada rama del ordenamiento jurídico, para integrar quien tiene la condición de «testigo». Así, en el ámbito civil, las partes, no tienen esta condición y por ende no pueden cometer este delito. Pero en el proceso penal la víctima, aunque estuviere personada como acusación particular y ejercitare tanto la acción civil como la penal, cuando declara no pierde la condición de testigo.
b) Acción típica. Viene integrado por faltar a la verdad en el testimonio; que ha de recaer sobre aspectos esenciales a efectos del enjuiciamiento, y no sobre cuestiones intrascendentes, debiendo referirse a hechos y no a opiniones o simples juicios de valor. No se trata de la credibilidad mayor o menor del testigo, sino de que falte sustancialmente a la verdad; dicho de otra manera: que mienta en aquello que le es preguntado.
c) Tipo subjetivo. El elemento subjetivo, está constituido por el dolo integrado por la conciencia de la alteración de la verdad (imposible de cometer por imprudencia) y la voluntad de emitir la falsa declaración (lo que habrá de ser puesto en relación con la teoría del error), sin que sea preciso que se abarque la trascendencia que pueda tener en la posterior resolución judicial, (...).
§3. Modalidades agravadas
a) En causa criminal por delito. La literalidad de la norma excluye de la agravación los juicios de faltas.
Además debe darse en contra del reo; extremo que debe ser abarcado por el dolo del autor, que tiene que ser consciente no sólo de que está faltando a la verdad sino que, además, con ello perjudica la posición del inculpado, es decir que favorece la condena del reo o que se agrave su responsabilidad.
b) Si recayere sentencia condenatoria. Integra una agravación cualificada, al conllevar la elevación de la pena en un grado.
La posibilidad de concurso con el delito de detención ilegal como resultado del falso testimonio, es sumamente discutido, pues la elevada complejidad de la organización y funcionamiento de la Administración de Justicia, impide considerar a ésta como un puro y simple instrumento no doloso del autor del testimonio (Córdoba Roda, 2004, 2257).AVILES
La Audiencia anula la condena de malos tratos a un avilesino por las dudas sobre la acusadora
Rebaja la importancia del parte médico y recuerda que un juzgado mandó proceder contra ella por un delito de falso testimonio
09.10.13 - 00:16 -  FERNANDO DEL BUSTO | AVILÉS.
Tres años de angustia y pleitos judiciales han quedado borrados para un avilesino después de que la sección tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo decidiese anular la condena por un presunto delito de malos tratos dictada por el Juzgado de lo Penal número 2 de Avilés.
Los hechos se remontan a agosto de 2011, cuando, al inicio de una crisis en el matrimonio que terminaría en divorcio, la mujer presentó un parte médico del Hospital San Agustín donde se reconocía la existencia de una lesión en el ojo izquierdo por un puñetazo, según la denuncia de ella.
«El tema de los malos tratos es algo muy serio y, por desgracia hay mujeres que abusan de él», lamenta la abogada Sofía González Lahera, defensora del marido y que ha visto cómo la Audiencia Provincial tenía en cuenta su apelación a la sentencia condenatoria del Juzgado de lo Penal Número 2.
Lahera destaca que la anulación de la sentencia se produce con la existencia de un parte médico, una prueba que suele ser muy difícil de revocar. Sin embargo, en este caso la Audiencia considera que se produjo «un error en la valoración de la prueba practicada». Según la sentencia absolutoria, de los hechos juzgados «no cabe concluir la autoría criminal», por lo que, como mínimo se debería recurrir al principio «in dubio pro reo» para absolver.
Y es que la sentencia reconoce la existencia de otras denuncias previas, siempre de la mujer contra el marido y que «finalizaron con dictados absolutorios». Es más, se recuerda que en una de las ocasiones, la primera instancia consideró que la declaración de la mujer «no era fiable», llegando a «mandar proceder contra ella por delito de acusación falsa o falso testimonio», si bien esta causa no llegó a iniciarse en los juzgados avilesinos.
En la decisión de la Audiencia Provincial también influyeron otros factores, como incoherencias en el relato de la acusación o las propias heridas registradas en el parte médico. Así, en el primero de los aspectos recoge que la mujer atribuye la falsa agresión a que iba a iniciar los trámites de divorcio, «cuando fue su marido quien, tres meses después, los inicia».
Otro detalle que pone sobre aviso a los magistrados de la Audiencia es la negativa de la mujer a reconocer problemas con el alcohol. «En su historia clínica se hace expresa indicación de esta problemática o la experiencia familiar enseña que es regular fuente de conflictos».
El criterio de la sala se afianza por el tipo de lesión recogida en el parte médico. Por una parte, la mujer describe en su denuncia que fue provocada por un puñetazo en el ojo y, siendo una persona que «siempre lleva gafas, parece razonable aceptar que un puñetazo rompería aquellas gafas o éstas contribuirían a un plus de lesividad que produciría un resultado mayor que el leve constatado».
Además, el tribunal recuerda que, aunque esos daños pueden ser compatibles con el golpe denunciado por la mujer, «el historial clínico de la presunta víctima se halla jalonado de menoscabos somáticos que en ningún momento se relacionaron con agresiones del acusado, habiéndose producido lógicamente por actuaciones de la propia vulnerada, o ajenas a conductas criminales de aquel». Por todo ello, la sala considera que las pruebas no gozan de solidez para condenar.
Lahera reflexiona sobre el riesgo de las denuncias falsas de malos tratos, ya que «siempre representan un peligro para el hombre que, si quiere optar a la custodia de sus hijos, tiene un grave problema. Ningún juez concederá la custodia a un padre acusado de maltratador».
En este sentido, la letrada reclamó una mayor vigilancia por parte de los jueces, ya que «en este tipo de procesos nunca existe la presunción de inocencia: el hombre siempre está acusado de antemano».
Multa de 2.000 euros por presentar una falsa denuncia de malos tratos contra su exmarido
Una ciudadana guatemalteca ha sido condenada a pagar una multa de 2.160 euros por imputar de manera falsa a su exmarido un episodio de malos tratos por el que el hombre llegó a ser juzgado, aunque fue absuelto ya que durante la vista la mujer ser retractó de la denuncia que había presentado en su contra.
Según la sentencia del caso, los hechos sucedieron el 7 de febrero de 2009, cuando la procesada presentó una falsa denuncia ante la Policía en la que refirió haber sido agredida por su exmarido en el domicilio familiar de Zarutz y en presencia del hijo de la pareja, de nueve meses de edad.
La imputada manifestó entonces que el hombre la había insultado reiteradamente y le había golpeado en el rostro, además de propinarle varias patadas.
A raíz de esta denuncia, el juzgado correspondiente incoó unas diligencias penales en el marco de las que, el 20 de mayo de 2011, tuvo lugar un juicio oral, durante el que la encausada "se retractó de la denuncia interpuesta" y reconoció que había "distorsionado la realidad" de lo ocurrido.
De esta manera, el perjudicado fue absuelto de los malos tratos que se le imputaban, mientras que la acusada fue procesada por un delito de denuncia falsa.
En el nuevo juicio celebrado en San Sebastián por estos hechos, la procesada se mostró conforme con la pena que solicitó para ella el fiscal, por lo que ahora ha sido condenada a pagar una multa de 2.160 euros.

La Policía comenzará a patrullar en bicicleta como ya lo hacía en los 50
Manejo rápido del manillar para adaptarlo a la velocidad, no utilizar métodos de anclaje fijos, sistema de iluminación en la rueda y en la parte trasera intermitente, asiento de gel para evitar llevar culotte, guardabarros, rueda mixta entre la convencional y la de montaña.
La 'polibici' será el nuevo medio de transporte que se suma al patrullaje veraniego de la Policía de Logroño desde la próxima semana. Con equipo nuevo compuesto de guantes, casco y bermudas, una pareja saldrá de la Comisaría de la zona Este para patrullar grandes parques, plazas y espacios abiertos a los que es más difícil acceder con un vehículo.
El complemento «ideal para el patrullaje a pie buscando esa sintonía del ciudadano con la policía», apuntó el concejal de Interior en Logroño, Miguel Sáinz, que considera que esta medida tendrá un carácter preventivo y disuasorio. «La presencia en bicicleta de los policías en las calles proporciona una mayor sensación subjetiva de seguridad y mayor visibilidad del uniforme, y eso tiene un gran efecto sobre esas personas que pretendan infringir o delinquir», agregó.
La Policía municipal de Logroño ya usaba las bicicletas en los años cincuenta para patrullar, recuerda el concejal, que exhibió ayer una de las antecesoras. El coste de las seis bicicletas y el equipo nuevo adquirido por el Consistorio asciende a los 13.475 euros, «más que razonable» si se compara con los más de 15.000 euros que cuesta un coche patrulla.
En junio se suma la segunda pareja de patrullaje en la rivera del Ebro y el Casco Antiguo, para lo cual ya se habrán formado a casi 50 agentes en el manejo de las bicicletas, que estarán en funcionamiento entre mayo y septiembre, incluidos.
Las polibicis cumplirán un segundo objetivo; «valor ejemplificante». «Buscamos que sean el primer referente para generar mayor sintonía y un clima de confianza y empatía entre los conductores de vehículo a motor, los ciclistas y el peatón», incidió el concejal.
La Policía vuelve a cargar contra los estudiantes en Valencia
Los antidisturbios intervienen de forma indiscriminada. Hay al menos 25 detenidos, entre ellos seis menores. Cientos de personas protestaban en una marcha, que partía del Instituto Lluís Vives, contra los recortes y la actuación policial de la semana pasada
La Policía ha vuelto a hacer uso de la fuerza para dispersar una manifestación estudiantil en Valencia (ver fotogalería). Los agentes antidisturbios no han dudado en utilizar las porras y golpear a los manifestantes, informa Belén Toledo. Al menos hay 25 detenidos, entre ellos seis menores de edad, y otros cinco heridos, según cifras de la Policía Nacional.
La concentración, convocada a través de las redes sociales, partía del Instituto de Secundaria Lluís Vives hacia las dos y media de la tarde. La marcha protestaba por los recortes en educación y la actuación policial de la semana pasada contra los estudiantes del centro, que finalizó con 17 detenidos y varios heridos, alguno de ellos con lesiones muy aparatosas.
A las tres de la tarde, la policía, que ha desplegado hasta 25 furgones, dispersaba por la fuerza la manifestación, que se había iniciado de manera pacífica, y los estudiantes empezaron a dispersarse por diferentes calles. Durante horas la situación en el centro de Valencia era la de antidisturbios que intervenían de forma indiscriminada al tiempo que los jóvenes intentaban volver a concentrarse y salían corriendo para evitar los porrazos, informa Belén Toledo.
Los agentes antisdisturbios cargan de forma indiscriminada
Poco antes, los manifestantes habían cortado el tráfico al grito de "los ladrones a prisión y el dinero a educación" en la céntrica calle de Xàtiva, frente a la estación del Norte y a pocos metros de la plaza del Ayuntamiento. En todo momento han estado bajo la vigilancia de la Policía mientras los vecinos y viandantes jaleaban a los jóvenes y criticaban la actuación policial por cargar contra "niños".
Pasadas las 20.30 horas, un gran número de personas volvía a congregarse junto al Lluís Vives reanudándose los enfrentamientos con la Policía. Esta vez, entre los manifestantes ya no había solamente estudiantes. Padres, políticos y numerosos ciudadanos se han unido a la protesta mientras graban con sus móviles las constantes cargas de los antidisturbios.
Y eso como se llama y las condenas se llama agresiosn y conque codigo penal se les condena

La Policía defiende su actuación

La tensión en la ciudad ha sobrepasado lo vivido hace sólo unos días. Marga Sanz, la portavoz de EU en Les Corts, denunciaba que "estamos ante una ciudad tomada por la policía, que está dejando unas imágenes brutales de agresiones a chavales, a periodistas y a transeúntes cualquiera". Entre los agredidos también se encuentra Joan Baldoví, el diputado nacional de la coalición Equo-Compromís.
"Algunos creen que están en un juego, pero luego vienen las sorpresas"
El jefe de la Policía, Antonio Moreno, ha defendido la actuación de sus agentes, tal y como había hecho anteriormente la Delegada del Gobierno en Valencia, Paula Sánchez de León. Moreno se ha escudado en la "agresividad" de los manifestantes para justificar el uso de la fuerza y ha instado a la autoridad judicial a evaluar si ha sido una respuesta proporcionada.
Moreno no ha querido revelar el número de agentes que han interviniendo y, al ser preguntado por ello, ha respondido, en tono bélico, "no es prudente revelarle al enemigo cuáles son mis fuerzas". "Algunos creen que están en un juego, pero luego vienen las sorpresas y las lamentaciones", ha añadido.
La Delegada del Gobierno niega que haya "represión" policial contra los estudiantes
Anteriormente, en otra rueda de prensa, Sánchez de León salía al paso y negaba que hubiera "represión" policial contra los estudiantes. La delegada aseguró asimismo que si se detecta "extralimitación" de algún agente habrá "consecuencias", igual que para quien actuó de forma ilícita, antes de dejar claro que no tiene constancia de denuncia o investigación alguna contra ningún agente.
EUPV-Els Verds ha registrado esta mañana en el Congreso de los Diputados la solicitud de comparecencia del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, para que explique la intervención policial. La formación ha indicado que entre los detenidos de la semana pasada dos han quedado en libertad con cargos tras prestar declaración ante la Policía y otros ocho han sido puestos a disposición judicial. A la petición de EUPV se ha sumado el PSOE, que también ha solicitado la presencia en la Cámara Baja del director general de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó.
Tras los incidentes de la semana pasada ya han sido varias las voces que se han levantado contra los "excesos" de la Policía en Valencia. Hoy, han sido los propios profesores del Lluís Vives quienes ...han rechazado la "furia policial" a través de un comunicado.
Las muestras de apoyo a las concentraciones se han reproducido en diferentes puntos. En la Universidad de Valencia, unos 400 alumnos y varios profesores se han encerrado en la facultad de Geografía e Historia donde han decidido en asamblea no abandonar las calles hasta que la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana no dimita de su cargo. La decana, Elena Grau, ha permitido la concentración y ha negado el acceso a la policía, que rodea el recinto.
Los estudiantes avisan de que seguirán con las protestas

En Madrid, unas 200 personas se han dado cita en la Puerta del Sol con pancartas como "Todos somos el Lluis Vives" y han pedido a voces la dimisión de la Delegada del Gobierno. En twitter, el hashtag #PrimaveraValenciana se ha convertido en el tema más comentado en España y se ha colado entre los tres primeros en todo el mundo.
El presidente de la Federación Valenciana de Estudiantes (Faavem), Alberto Ordóñez, ha reclamado la liberación sin cargos de los detenidos, ha advertido que pretenden seguir con las protestas y ha dejado claro que mañana se repetirán con toda certeza. Ordóñez ha calificado la actuación policial como "típica del franquismo" y ha asegurado que el colectivo que preside pedirá "a partir de ahora" autorización para sus actos.

















































 






 



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